Esta tasa de participación es aun más baja que la de la primera vuelta, realizada los días 18 y 19 de octubre en la mitad de las provincias del país, donde la participación fue calculada oficialmente en poco más de 26%.
Los analistas consideran que estas elecciones ya están arregladas de antemano y que el Parlamento de 596 diputados será una cámara dócil para los planes de Abdel Fata al Sisi, ex jefe del ejército que reprimió toda oposición desde que destituyó a su antecesor islamista, Mohamed Mursi, en 2013.
El viernes, el presidente de la Comisión electoral Ayman Abas anunció en conferencia de prensa "una tasa de participación de 21.71%" para la segunda vuelta de los comicios, un poco más de 5,5 millones de votantes de 25,5 millones inscritos.
Esta es una cifra muy débil, comparada con la tasa de participación de 62% registrada en la primera vuelta de las legislativas de 2011, ganadas por los Hermanos Musulmanes, hoy declarados "organización terrorista".
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