Un Ingreso Vital Mínimo y un sistema de pensiones cuya configuración sea eficaz para garantizar su sostenibilidad en el largo plazo -eliminación del déficit endémico del mismo incluido- sin parches y sin apaños. El nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no ha esperado más allá de su toma de posesión en el cargo para poner sobre la mesa las prioridades de su mandato. Así lo ha señalado durante el traspaso de carteras en un acto en el que recibido el 'testigo' de manos de la que hasta hoy era la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio.
Se hará con consenso social, pero también sobre el análisis técnico y la evidencia científica. Se supone que el hasta este lunes presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) viene con el análisis técnico de serie ya que en los últimos meses ya ha evacuado sendos informes sobre el futuro del sistema público de pensiones y sobre el Ingreso Mínimo Vital, por lo que parece indicar que ésa será la base sobre la que se abrirá en las próximas semanas un debate dentro del diálogo social sobre estos dos asuntos estratégicos para este Ministerio: la resolución del problema de España con la desigualdad (Inclusión) y el futuro de las pensiones.
Con el diagnóstico en la mano, la parte más completa arranca ahora, ya que José Luis Escrivá deberá pasar ese examen técnico por el tamiz del diálogo social y el Pacto de Toledo, donde han naufragado tantos y tantos intentos de reforma del sistema público de protección social.
Escrivá ha señalado que se va a garantizar la actualización de pensiones con el IPC y que se van a tomar soluciones "justas y equitativas" para afrontar el reto del envejecimiento demográfico. Para ello, el nuevo ministro ha afirmado que el instrumento para abordar los retos debe ser el consenso entre las fuerzas políticas y los agentes sociales para llevar a cabo una reforma del sistema de las pensiones.
Entre los retos también mencionó la solvencia del sistema de pensiones. "Este Ministerio agrupará todas las competencias de pensiones y clases pasivas", ha apuntado Escrivá, quien ha revelado así que su departamento tomará a partir de ahora la gestión del sistema de jubilación de los empleados públicos que hasta ahora se gestionaba desde el Ministerio de Hacienda y cuya reforma es uno de los temas pendientes del sistema público de protección social. "Perseguiremos tener una visión de todo el conjunto del sistema de pensiones, porque nuestro objetivo es reforzar la solvencia y suficiencia del mercado de pensiones y dar certidumbre a los pensionistas a corto, medio y largo plazo", ha remarcado.
Para ello ha remarcado como una de las prioridades del Ministerio de nuevo cuño, surgido de la escisión táctica del anterior Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para dar acomodo a las demandas de Unidas Podemos y a la línea roja de Sánchez de mantener la gestión de la Seguridad Social, será que el sistema público de pensiones se sacuda su actual déficit, instalado en los 20.000 millones de euros anuales, y que el ex presidente de la Autoridad Fiscal entiende que puede liquidarse financiando con impuestos los gastos del sistema.
El punto de partida, según Escrivá, será retomar los trabajos en el Pacto de Toledo que estuvieron a punto de culminar con un acuerdo hace un año. "Mi mayor empeño va a ser dar pasos fortaleciendo la transparencia y apostando por el diálogo permanente con agentes sociales y fuerzas políticas", ha apostillado.
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