España empeora su factura petrolera con compras récord de gasolinas y gasóleos

  • Las importaciones de derivados del petróleo superaron a las exportaciones por primera vez en 12 meses el pasado mes de marzo
Gráfico precio petróleo.
Gráfico precio petróleo.

En pleno debate sobre la descarbonización de la economía, con los precios del petróleo al alza y los carburantes empujando el IPC, España ha roto una tendencia de 12 meses que empeora la factura petrolera. Por primera vez en un año, según datos de Cores, el país ha importado en marzo más gasolina, gasóleo y fuelóleo de lo que ha exportado. De paso, ha marcado un récord: las importaciones de derivados han llegado a 834.000 toneladas, con subidas del 77% en las compras de gasolinas y del 70% en fuelóleos.

España es un país muy dependiente. Importa el 73% de la energía primaria que consume y el petróleo constituye la principal fuente -el 43% del total-. Esa dependencia tiene un alto coste. El pasado año, con un récord de compras, el país pagó 40.332 millones en el total de productos energéticos incluyendo también gas, carbón y electricidad. La balanza comercial energética, deficitaria, se compensa -o se compensaba- con la venta de productos refinados al exterior.

El aumento de importaciones de petróleo en los últimos años se ha debido en parte a las compras de las petroleras para refinar la materia prima y vender al exterior gasolinas y gasóleos. En la última década, esas ventas al exterior crecieron un 134%. Con los precios del crudo a la baja la actividad refinera de las petroleras compensaba los más de 6.500 millones que invirtieron años atrás para mejorar sus instalaciones y producir los carburantes con más demanda: queroseno y gasóleo.

Importar para refinar

Esa actividad intensa de importar, refinar y vender hizo que solo en 2017 las exportaciones de productos petrolíferos subieran un 9,1% y marcaran el décimo récord anual consecutivo,con unas ventas de 25,118 millones de toneladas. Pero algo ha cambiado.

Gráfico gasolinas.
Gráfico gasolinas.

Con un precio del petróleo al alza, en marzo se ha roto la tendencia: mientras las importaciones de derivados han crecido por encima del 27% -las de petróleo cayeron un 0,7% interanual-, las exportaciones disminuyeron un 2,3%.

Pero ¿por qué se quiebra la línea? En la Asociación de Operadores de Productor Petrolíferos (AOP) se relaciona el aumento de importaciones de gasolinas, gasóleo y fuelóleos con la menor actividad refinera en España desde principios de año. La gran refinería de Repsol en Puertollano ha estado parada durante dos meses para inspección y mantenimiento. También ha habido parón, aunque de menor entidad, en las instalaciones de la petrolera en A Coruña.

Otras fuentes consultadas atribuyen el aumento de las importaciones de derivados a tres factores: la subida del consumo de carburantes, una climatología más adversa que en años anteriores en la misma época y la circunstancia de que, este año, la Semana Santa con el consiguiente aumento de desplazamientos, se celebró en marzo.

Más allá de que los datos  sean coyunturales (o no), los números de Cores de marzo indican que persiste el gran problema de la economía española, la excesiva dependencia de las importaciones de crudo, con cifras récord ejercicio tras ejercicio.

El fantasma de la insostenibilidad

Es un fantasma que aparece en cuanto se analiza el sector energético. El último  informe elaborado por la cátedra BP de Energía Sostenibilidad de la Universidad Pontificia de Comillas lo recogió de forma rotunda: el progreso de sostenibilidad en el modelo energético español sólo se da en los elementos que no son controlables. Esos elementos son la meteorología, que permite quemar menos carbón cuando llueve; la caída de precios de las materias primas y la buena marcha del negocio de refino gracias a las inversiones realizadas en el pasado. Y hasta esto último ha fallado en marzo.

En general, el Observatorio de Energía y Sostenibilidad 2017 pinta un panorama preocupante en España. Mientras que el consumo de energía primaria (gas, carbón, petróleo...) per cápita se redujo entre 2015 y 2016 un 0,1% en la OCDE y un 0,4% en la UE-15, en España creció ligeramente (0,15%). También creció la intensidad energética final (que mide el consumo de electricidad, gas, productos refinados, etc.) en un 1,2%. La conclusión de los expertos es que España se aleja de la tendencia en los países más desarrollados, que separan cada vez más el consumo de energía de la evolución de sus economías (PIB).

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