España se arriesga a perder su puesto en la cúpula de la JUR al estar sin Gobierno

  • El mandato de Antonio Carrascosa vence el próximo mes de diciembre y España se expone a perder un sillón de peso en las instituciones comunitarias.
Fotografía La presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König. Kiko Huesca
Fotografía La presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König. Kiko Huesca
EFE

El actual Gobierno en funciones deberá batirse el cobre en Europa para poder renovar el sillón del expresidente del Frob, Antonio Carrascosa, en el comité ejecutivo de la Junta Única de Resolución (JUR), un puesto de suma importancia en la Unión Europea (UE), pues se trata del órgano encargado de la resolución de los bancos comunitarios, que ya jugó un papel clave en la quiebra del Banco Popular hace ya más de dos años.

Este organismo, presidido en la actualidad por la alemana Elke König, colabora estrechamente con la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) a fin de salvaguardar la estabilidad financiera en el Viejo Continente. Su misión reside en garantizar la resolución ordenada de bancos en problemas minimizando el impacto sobre la economía y las arcas públicas de los Estados Miembros.

Desde su creación en 2015, la JUR cuenta con un español en su cúpula, Antonio Carrascosa, expresidente del Frob, que es uno de los cuatro miembros permanentes (junto al presidente) de su equipo directivo. Esta silla tiene un gran valor, pues en el caso de que no haya unanimidad en el sesiones ejecutivas del organismo -en las que también participan los responsables nacionales de las distintas autoridades de resolución de la UE- solo sus miembros permanentes, así como el presidente, tienen voto en las decisiones.

El mandato de Carrascosa concluye el próximo mes de diciembre y, hasta la fecha, todavía no han trascendido nombres de aspirantes españoles pese a que el plazo de presentación de candidaturas terminó el pasado 29 de abril, un día después de las últimas elecciones generales. Desde el Ministerio de Economía y Empresa aseguran que no compete al Gobierno la presentación de las candidaturas, sino que las mismas se realizan a título individual.

Sea como fuere, Bruselas lanzó el procedimiento para sustituir a Carrascosa, así como a otro de los miembros permanentes, el francés Dominique Laboureix, y al vicepresidente de la JUR, el finlandés Timo Löyttyniemi -que tiene voz, pero no voto en la cúpula-, el pasado 27 de marzo. Es la propia Comisión Europea la que ha establecido un comité de selección para evaluar todas las candidaturas presentadas y una vez elegidos los candidatos idóneos, se remitirá la lista al Parlamento Europeo para su aprobación.

Entre los requisitos para postularse al cargo, los candidatos debían acreditar una experiencia laboral de al menos 20 años de los cuales diez deben ser en áreas relacionadas con supervisión, reestructuración o resolución de bancos o regulación de los mercados financieros. Además, deben demostrar una experiencia profesional de al menos cinco años en la dirección de una organización desempeñando funciones ejecutivas de alto nivel, según consta en el anuncio de las vacantes del Diario Oficial de la Unión Europea.

España había ganado peso en la UE recientemente

La condición de interinidad del actual Gobierno de Pedro Sánchez resta capacidad de influencia a España en la toma de decisiones de la UE, lo que disminuye las posibilidades de los candidatos españoles que se hayan postulado al cargo. No obstante, y aunque se pierda esta silla, el peso de nuestro país en las instituciones bancarias de la zona euro se ha reforzado notablemente en los últimos años.

De hecho, Luis de Guindos, exministro de Economía, es el actual vicepresidente del BCE, mientras que el exsecretario de Estado José Manuel Campa ha sido nombrado recientemente como presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, según sus siglas en inglés). Además, el exministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell fue elegido este verano como nuevo responsable de la Diplomacia de la Comisión Europea.

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