España traslada de forma oficial su "enorme malestar" a Venezuela

  • El Gobierno de España transmitió al de Venezuela su "enorme malestar" por las declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en las que culpó al ex jefe del Ejecutivo español José María Aznar de la muerte de más de un millón de personas en la Guerra de Irak de 2003.

Madrid, 13 dic.- El Gobierno de España transmitió al de Venezuela su "enorme malestar" por las declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en las que culpó al ex jefe del Ejecutivo español José María Aznar de la muerte de más de un millón de personas en la Guerra de Irak de 2003.

Jesús Gracia, secretario de Estado español para la Cooperación e Iberoamérica, convocó al encargado de negocios de la embajada de Venezuela en Madrid, Julio García Jarpa, al Ministerio de Asuntos Exteriores y le pidió trasladar a su Gobierno el "enorme malestar" por las "inadecuadas afirmaciones del presidente Maduro sobre el expresidente Aznar", informaron fuentes diplomáticas españolas.

El secretario de Estado expresó al "segundo" de la embajada venezolana en España que ese tipo de declaraciones "no contribuyen en absoluto a crear un clima favorable en la relación bilateral", agregaron las fuentes.

García Jarpa se limitó a comentar a su salida que "todo está muy bien", pero que "oficialmente" no podía "emitir ninguna opinión".

"Las declaraciones deben ser oficiales y, por lo tanto, debo informar a mi país de la situación" -continuó el "número dos" de la embajada venezolana-, "por ahora todo bien, como siempre hemos estado los españoles y los venezolanos".

El diplomático venezolano recalcó que las relaciones entre ambos países son "muy cordiales, de buena amistad".

Preguntado por el retorno del embajador venezolano acreditado en España, Mario Isea Bohórquez, quien fue llamado a consultas por Venezuela en octubre pasado, García Jarpa afirmó que es una decisión que depende del Gobierno de Maduro, pero que "pronto estará por acá".

En un acto público celebrado ayer en Caracas, Nicolás Maduro culpó a Aznar (1996-2004) de la muerte de más de un millón de personas, porque "él promovió la guerra" de 2003 junto al entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush (2001-2009).

"Un millón doscientos mil muertos en Irak por culpa de Aznar, el asesino de España, sangriento asesino de España, el expresidente español Aznar", afirmó Maduro.

El presidente venezolano hizo este comentario mientras se refería al descenso de los precios del petróleo, una caída que, insistió, es "culpa de una jugada imperial" de los Estados Unidos por el uso de la técnica de fractura hidráulica ("fracking").

A primera hora de hoy, el Gobierno español también salió al paso de las que calificó como "falsedades y calumnias" de Maduro contra el expresidente Aznar.

"El Gobierno deplora las lamentables declaraciones de Maduro en relación con Aznar", señalaron fuentes gubernamentales españolas, que recalcaron su total apoyo y solidaridad con el ex jefe de Gobierno, del Partido Popular (PP, conservador), el mismo del actual presidente, Mariano Rajoy.

"Este tipo de descalificaciones, falsedades y calumnias sobre autoridades y líderes políticos españoles son desgraciadamente demasiado frecuentes por parte del Gobierno de Venezuela", añadieron esas fuentes.

Asimismo, reiteraron que esas palabras son injustificadas, carentes de fundamento e impropias de los profundos lazos de amistad que han unido a España y Venezuela a lo largo de la historia.

Este nuevo incidente ocurre apenas dos meses después de que Venezuela llamase a consultas a su embajador en España "en el marco del proceso de revisión integral" de sus relaciones diplomáticas como consecuencia de las declaraciones "injerencistas" de Rajoy.

Maduro aludió en ese sentido a la reunión que el jefe del Gobierno español celebró en Madrid con Lilian Tintori, esposa de líder opositor venezolano, Leopoldo López, a la que manifestó su preocupación y la de la Unión Europea (UE) por la situación de este, quien permanece en prisión desde febrero pasado.

El Gobierno que presidía Aznar apoyó en el ámbito político y diplomático la iniciativa de Estados Unidos y Reino Unido (cuyo primer ministro era entonces el laborista Tony Blair) de acusar al régimen del presidente iraquí, Sadam Husein (1979-2003), de poseer armas de destrucción masiva y de tener vínculos con la red terrorista Al Qaeda.

El 19 de marzo de 2003, fuerzas estadounidenses y británicas invadieron Irak, lo que dio lugar a una guerra que concluyó oficialmente el 8 de abril de ese año, con la caída del régimen de Sadam, quien fue detenido ocho meses después y, tras un largo juicio, condenado a muerte y ejecutado el 30 de diciembre de 2006.

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