Esperanza Aguirre: "Casado ha querido dar una patada a Abascal en mi trasero"

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha criticado las palabras que el líder de su partido, Pablo Casado, dirigió a Santiago Abascal, presidente de Vox, tras el resultado electoral el pasado 28-A. Casado cambió su discurso para empezar a denominar a la formación como "extremaderecha" y acusó a Abascal de haber vivido de "chiringuitos y mamandurrias", en referencia a las fundaciones en las que había trabajado durante los gobiernos de Aguirre. Las palabras fueron "una patada a Abascal pero en mi trasero", ha valorado Aguirre. 

Durante los actos madrileños del Dos de Mayo, la expresidenta de la Comunidad ha reivindicado el papel del PP en el centro político, "nunca ha dejado de ser de centro", ha destacado. Pero, no ha replicado la nueva postura de su partido que denomina a Vox como "extremaderecha", "yo digo que si no se llama de extrema izquierda a Podemos, llamárselo a un partido constitucionalista como Vox es un adjetivo hiriente". 

Preguntada sobre los "chiringuitos y mamandurrias" a los que se refirió Casado para criticar al líder de Vox, Aguirre ha dicho que "ha querido dar una patada a Abascal pero en mi trasero", e igualmente ha señalado que ella no fue la responsable de crear las fundaciones públicas en las que llegó a trabajar Abascal, "yo no creé estas instituciones", ha dicho.

Mira también

El reencuentro entre Casado y Garrido marca la celebración del Dos de Mayo

Aguirre se ha mostrado "orgullosa" de haber dado, en su momento, un puesto a Abascal porque "vino a Madrid porque en el PP vasco no le dejaron tomar posesión de su escaño". En ese sentido, ha defendido que le diera un lugar en su gobierno, "me pareció de justicia, como muchos otros que huían del terrorismo". 

Los actos del Dos de Mayo han sido el escenario para el reencuentro entre el líder del PP y el expresidente madrileño, Ángel Garrido, pero este último también se ha reencontrado con otros muchos excompañeros del PP, entre ellos Esperanza Aguirre. Mientras que Casado no ha querido dirigirse a él, la expresidenta madrileña se ha mostrado muy amigable con Garrido. Ambos estaban sentados al lado y mientras la prensa hacía preguntas no han duda en compartir conversación.