Esta es la conversación por la que el amigo de Morate se sentará en el banquillo

    • Alexander, el amigo de Morate, aseguró en un primer momento que el presunto asesino no le había pedido ningún tipo de ayuda. Sin embargo, después confesó que su excompañero de celda le había reconocido que tenía a Marina en su casa.
    • El colombiano insiste en que no sospechó que había asesinado a las chicas. La fiscal ha decidido imputarle por encubrimiento.
Ficha del amigo al que supuestamente Sergio Morate habría confesado el crimen (Antena 3)
Ficha del amigo al que supuestamente Sergio Morate habría confesado el crimen (Antena 3)

Sergio: "La he cagado. La he liado gorda".

Alexander: "¿Por qué?".

Sergio: "Tengo aquí a Marina".

Alexander: "Pues yo no quiero saber nada. Me voy".

Sergio: "Si te vas, llévate las llaves de este coche y apárcamelo por ahí que está aparcado ahí abajo".

Alexander: "No pienso. Adiós".

Esta es la conversación que provocó que el pasado 17 de noviembre la fiscal jefe de Cuenca, María Isabel Gómez anunciara que quiere sentar en el banquillo de los acusados a Alexander, el amigo de Sergio Morate, bajo el cargo de encubrimiento.

El recluso, de nacionalidad colombiana, ha negado siempre, no obstante, que él supiera que Morate asesinara a las chicas. Por el contrario, mantiene que pensó que su amigo había hecho lo mismo que a su ex novia en el pasado: secuestrarla y hacerla fotos desnuda.

Sin embargo, sus excusas no han convencido a la fiscal y más si se tienen en cuenta las diferencias con la primera versión que contó a los investigadores, que reproduce La Razón, y que mantuvo hasta el día 6 de septiembre, un día después de que Morate fuera extraditado:

"El pasado 6 de agosto, a primera hora de la mañana, me confirmaron que podía salir de permiso ese mismo día. Mi madre me recogió y fuimos a casa en Fuenlabrada (Madrid). Serían las dos de la tarde cuando logré hablar con Sergio por teléfono. Le pregunté si se mantenían los planes que habíamos hecho dos meses antes y me contestó que sí, que iríamos juntos al concierto en Alicante", comienzó.

Alexander se dirigió a Atocha y cogió un tren a Cuenca que salía a las 16:45. "Justo antes de subirme, llamé a Sergio para contárselo y me dijo que los planes se mantenían: iríamos juntos a Alicante en su coche, pero que a lo mejor no todo sería inmediato y que se retrasaría", explicó. El tren llegó a las 17:47.Un mes antes juró que Morate no le pidió ayuda

"Llamé a Sergio para que viniese a recogerme, pero me dijo que le resultaba imposible: ''Tío, cógete un taxi que yo te lo pago cuando llegues a casa. Al entrar en la urbanización de Sergio me confundí y cogí un ascensor que no daba directamente a su rellano, así que crucé la planta y llamé al timbre. Juro que no vi nada anormal ni en el rellano ni en ningún sitio", prometió

Morate le abrió la puerta con ropa de estar por casa: una camiseta blanca sin mangas y un pantalón de chándal de color gris. "Me hizo pasar al salón. No vi ni detecté nada extraño, lo prometo. Tampoco escuché nada que me pudiera hacer pensar que en el piso hubiera nadie más, ni me comentó que hubiese cometido un delito ni me pidió ayuda para nada. Sergio me dijo que no podía ir a Alicante en ese momento y que si quería podíamos irnos juntos, pero sobre las tres de la madrugada. Le respondí que era imposible, que tenía que llegar pronto, así que me fui de su casa. No estuve dentro ni cinco minutos", concluyó.

Según esta primera versión, tras salir del apartamento se quedó sin batería y cuando pudo cargarlo ya de madrugada encontró un mensaje que decía: "Salgo para Alicante mañana por la mañana. Llámame". Sin embargo, los investigadores sospechan que a esa hora Sergio ya iba camino de Rumanía y que el mensaje fue solo para despistar.

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