Francia ya se prepara para enero

Sanidad aguanta la presión para reabrir estadios de fútbol 'a la contra' de la UE

El departamento de Salvador Illa mantiene sus planes de no plantear el debate sobre el regreso del público en las gradas. Otros países que abrieron al comienzo de la segunda ola tuvieron que volver al cierre.

Salvador Illa, ministro de Sanidad
Salvador Illa, ministro de Sanidad
EFE

En medio de la expectación por cómo se desarrollará la 'Navidad pandémica' de las próximas semanas, hay otros asuntos que también provocan mucho debate y cruce de llamadas telefónicas en el Ministerio de Sanidad. Y algunos de ellos son recurrentes. Es el caso de la prohibición de que entre público a los estadios de fútbol, norma que se mantiene desde que se reanudó la competición tras el confinamiento domiciliario. Una decisión que ha defendido en varias ocasiones el ministro del ramo, Salvador Illa. Lo que no ha disuadido a los interesados en que se reabran los campos, como el presidente de LaLiga, Javier Tebas, que ha insistido en ir diseñando la 'desescalada' en este ámbito. Una presión que por ahora no ha alterado la idea del departamento de Illa. Aunque puede que la insistencia de quienes se oponen al cierre actual crezca después de que otros países europeos ya hayan permitido la vuelta del público o anuncien que se preparan para ello.

El último en dar el paso ha sido Francia, que está trabajando para que los aficionados puedan ocupar una parte del aforo disponible a partir de enero. Así lo anunció este martes el ministro de Educación y Deportes galo, Jean-Michel Blanquer, que el movimiento definitivo depende de "la evolución epidemiológica", la cual ha ido mejorando en el país en las últimas semanas tras las duras restricciones que impuso la presidencia de Emmanuel Macron. De llevarse a cabo, se trabajaría con porcentajes de aforo, por lo que la capacidad de cada estadio sería la que determinaría cuántos aficionados podrían ver los partidos en directo. Lo que descarta que se vaya a unificar un criterio de un número máximo de personas en cada campo. 

El anuncio del ministro francés es el que Javier Tebas habría esperado en España durante estas semanas. O, al menos según él, eso es lo que iba a ocurrir. Durante una entrevista, el responsable de la patronal de los clubes de fútbol señaló que ya estaban trabajando para que hubiera público en los eventos correspondientes a la Primera y Segunda División desde enero. Algo que incluso afirmó, descartando la opción de que esto se fuera a llevar a cabo en febrero, que fue la otra opción que le planteó el periodista al que respondió. Un anuncio que sorprendió tanto al mundo del fútbol como al Gobierno, que no dudó en salir a descartar que se estuviera ya trabajando en un plan de este tipo, como ya informó este medio. Un desmentido que añadió un desencuentro más a la larga lista que comparten Tebas y Sanidad.

Fuentes gubernamentales consultadas por La Información ya señalaron que había "presiones todos los días" por las restricciones que se aplicaban al mundo del fútbol, que ha sido uno de los más golpeados en términos económicos en todo el mundo desde que comenzó la crisis sanitaria. Pero que, por ahora, el Ejecutivo se mantenía firme en la decisión que se tomó con el decreto de la nueva normalidad. El mismo que estableció que fuera el Gobierno central, a través del Consejo Superior de Deportes, el que tuviera el control sobre cuándo se procedería a permitir que el público pudiera ir volviendo a los asientos de los estadios en las ligas de fútbol o de baloncesto. Y que es el que ha evitado que en las máximas categorías de los principales deportes profesionales hubiera público. Al contrario de lo que ocurrió en otras, como la 2ª B o la Tercera División, donde algunas comunidades autónomas sí permitieron aforos reducidos a mediados de octubre.

Pero el rápido descenso de los contagios de las últimas semanas es lo que va a reabrir el debate sobre si la 'desescalada' en los campos debe hacerse de manera inmediata o aún hay que esperar por ser un ámbito que no es prioritario. Este último de uno de los argumentos a los que ha apuntado Illa semanas atrás, ya que permitir que el público pueda ver fútbol en directo entraña otros problemas que van más allá de que ocupen un asiento. El aumento de las aglomeraciones en el transporte público por ir a un partido o los posibles colapsos en las entradas de las infraestructuras deportivas eran cuestiones que generaban inquietud en las autoridades sanitarias españolas. Y aunque las autoridades del fútbol aseguraron que pondrían todos los medios posibles para evitar estos problemas, Sanidad no cedió.

La apuesta de Francia provoca que España vaya a quedarse atrás en esta nueva etapa de la 'desescalada' deportiva, que coincide en el tiempo con la futura aprobación de las primeras vacunas contra la Covid-19 dentro de la Unión Europea. Y aun con el proceso de la vacunación en marcha, las fuentes consultadas por este diario señalan que la fecha de la reapertura no está decidida. Ni siquiera se ha discutido. "Puede ser en febrero, o puede ser en mayo", señalan las mismas fuentes, que apuntan a que no está descartado que tan solo haya aficionados en los estadios en las jornadas finales de los campeonatos de Primera y Segunda División. 

Lo que descartan estas fuentes es que el Ejecutivo vaya a darse prisa en lo que respecta al fútbol. Una determinación que pone de manifiesto que no hay intención de dar pasos a pesar de los buenos datos epidemiológicos. Algo que ya ha ocurrido en otros países, donde tuvieron que dar marcha atrás. Esto ocurrió en Alemania, Ucrania o la propia Francia, donde al comienzo de las nuevas temporadas se permitieron porcentajes o números de espectadores limitados. Pero el empeoramiento de sus incidencias acumuladas de contagios provocó que volvieran a impedir que se pudieran ver partidos en directo. 

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