El Gobierno español ha decidido endurecer las medidas de seguridad ante la rápida propagación del coronavirus en el país. Una de las normas más estrictas del decreto que se ha aprobado este sábado en un Consejo de Ministros extraordinario es la prohibición de la asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres.
El punto 12 del documento establece que dichas medidas están condicionadas a la adopción de pautas organizativas que eviten aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los presentes la posibilidad de respetar la distancia de al menos un metro entre ellos. Las verbenas, desfiles y fiestas populares también han sido suspendidas.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, ya recomendó el viernes a los fieles seguir las misas por televisión y evitar, así, acudir a las iglesias y evitar contagios. En un comunicado, el cardenal arzobispo de Barcelona ha hecho estas recomendaciones después del repunte de contagios por coronavirus y de las medidas de prevención adoptadas por el Gobierno. Este viernes tampoco hubo oración en la mezquita de la M-30. El Centro Cultural Islámico de Madrid, responsable de la mezquita, clausuró su templo y dio por "totalmente canceladas" todas las oraciones.
La norma no toca solo a los religiosos. Los locales y establecimientos donde se desarrollen espectáculos públicos o actividades de ocio deberán bajar el telón hasta nuevo aviso; todo el sector de hostelería y restauración tendrá que apagar los fuegos de sus cocinas y las cafeterías, despedirse de sus clientes habituales si no cuentan con un servicio a domicilio.
Este sector maneja unos 315.000 establecimientos y cerca de 1,7 millones de empleos, según la patronal Hostelería de España. Los bares y restaurantes lideran la estadística con cerca de 280.000 locales y 1,3 millones de trabajadores, frente a los 35.000 alojamientos turísticos (hoteles, apartamentos, etc.) y sus 409.000 empleados en el país. Desde la patronal han recordado que el de la hostelería es un negocio con altas tasas de concentración geográfica: el 70% de la actividad se reparte entre Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, la CCAA más afectada.
Las nuevas prohibiciones estremecerán el funcionamiento del sector hotelero de todo el país, que deberá intentar echar mano de la tecnología para no cesar del todo su actividad. Plataformas como Deliveroo ya han creado mecanismos de 'entrega sin contacto' que les permitirán mantener el ritmo. Por su parte, la Comunidad de Madrid ya afronta su primer día de cierre generalizado este sábado y en los últimos días ha visto desaparecer a los espectadores de las salas de cine, los admiradores del arte de los museos y los jóvenes de las discotecas.
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