Consejo de Ministros extraordinario

Sánchez convoca a sus ministros para declarar el estado de alarma en Madrid

El presidente cita este viernes a sus ministros para tomar la medida después de que la justicia madrileña tumbara las restricciones que impuso el Ministerio de Sanidad.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
EFE

El Gobierno declarará el estado de alarma en Madrid. El presidente, Pedro Sánchez, ha convocado este viernes un Consejo de Ministros extraordinario para decretar el cierre territorial de la región que preside Isabel Díaz Ayuso por su alta incidencia de coronavirus, según confirman fuentes de Moncloa a La Información. Una decisión que llega tras el rechazo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a ratificar la orden del Ministerio de Sanidad de cerrar la capital del país y otras nueve ciudades. Y que se ha precipitado por la decisión de Ayuso y su equipo de centrarse en redactar un nuevo plan de restricciones en lugar de acudir a la cita del Grupo Covid convocada por el ministro Salvador Illa. Las llamadas de Sánchez a Ayuso durante la tarde del jueves tampoco han servido para reconducir la situación.

La cita que reunirá a Sánchez con sus ministros se celebrará durante la mañana en el Palacio de la Moncloa. La medida, recogida en la Constitución, permitirá al Ejecutivo cerrar todas las zonas de Madrid que considere por los próximos 15 días. Después, si apuesta por prorrogarlo, tendrá que lograr una mayoría de votos en el Congreso para hacerlo. También estaría facultado para llevar a cabo otras medidas para reconducir la situación de la pandemia, aunque la idea del Gobierno es mantener lo que ya se estaba aplicando. La limitación de la movilidad será la principal, con el posible cierre perimetral de toda la región sobre la mesa. Algo que es muy relevante por la proximidad del puente del 12 de octubre, que comienza este viernes y podría haber provocado un éxodo de habitantes de Madrid a otras zonas. 

Esta decisión de Sánchez supone el cierre de todas las vías de diálogo que Moncloa y la Puerta del Sol habían abierto hace menos de tres semanas, cuando el jefe del Ejecutivo central y Ayuso se reunieron en la sede de presidencia de esta última. De allí salió la creación del Grupo Covid, que era la primera fórmula de entendimiento tras meses de choques. Ha sido precisamente una reunión fallida de ese órgano la que ha acelerado la declaración del estado de alarma. Salvador Illa había citado para esta tarde a los representantes de la Comunidad para discutir futuras medidas tras el varapalo del TSJM a la instrucción que entró en vigor el pasado viernes. Pero los representantes del gobierno madrileño han optado por mantener encuentros con sus propios técnicos, desoyendo así la petición del titular de Sanidad. Una polémica que ha desencadenado los acontecimientos que llevan a este Consejo de Ministros extraordinario.

La posibilidad de que la Comunidad de Madrid optase por medidas mucho menos restrictivas que las que marcó el ministerio es otra de las claves de la decisión. Las críticas de comunidades limítrofes como Castilla-La Mancha y Castilla y León a los planes de Ayuso han sido constantes. Pero que el viernes comenzará ese puente por el Día de la Fiesta Nacional había encendido aún más las alarmas. En la calle y en las redes sociales ya se apuntaba a esa salida masiva de habitantes de Madrid aprovechando el aparente vacío de restricciones. Algo que habían pedido que no se produjera tanto Ayuso como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón.

En el Grupo Covid estaban representados miembros de ambas administraciones y se incorporaba a representantes de ayuntamientos y a técnicos sanitarios. De aquellas citas salió el acuerdo para el cierre perimetral de Madrid capital y las otras nueve ciudades, del cual presumió el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado. Pero Ayuso cambió de idea, y su consejero de Sanidad votó en contra de ese plan. Aun así, Salvador Illa firmó una instrucción que obligada a la región a tomar esa medida. La cual fue acatada, pero recurrida a la Audiencia Nacional. Y antes de que el Alto Tribunal se pronunciara, el TSJM ha sido determinante al rechazar ratificar el plan que defendía Illa, lo cual era necesario para que pudieran aplicarse con todas las garantías. 

Las malas relaciones entre administración central y autonómica han quedado patentes durante la jornada del jueves. Incluso cuando Ayuso ha reclamado retomar el diálogo, la presidenta ha criticado al Gobierno central por la orden que finalmente ha tumbado el TSJM. Desde el Ejecutivo de Sánchez han insistido en todo momento en que no habría apertura de Madrid. Ahora, Moncloa tiene en su mano tomar el control total o apoyarse en la Comunidad.

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