Los detalles de una negociación exprés

Llamada desde el consejo, un globo sonda y el factor De Quinto: el pacto Sánchez-Cs

Sánchez se compromete con Arrimadas a desligar la 'mesa catalana' del estado de alarma
Sánchez se compromete con Arrimadas a desligar la 'mesa catalana' del estado de alarma

En Moncloa trabajan con una pizarra. Hay asuntos urgentes y otros en el horizonte que requieren más reposo. El lunes, cuando Pedro Sánchez abordó la agenda del día, la prioridad estaba clara: amarrar la quinta prórroga del estado de alarma. Primer contacto con ERC: agua. Dudas entre los republicanos. La decisión del presidente fue inmediata. Había que activar la negociación con Ciudadanos. Es entonces cuando Presidencia contacta con Inés Arrimadas y se abre a negociar otro pacto. Debe hacerse rápido. Se inicia entonces una negociación que se cierra en apenas unas horas, el martes por la mañana. En Moncloa hablan de un "win-win". En Ciudadanos, de un "acuerdo muy bueno para España".

Sánchez había dejado sus condiciones claras el sábado: anunció que iba a solicitar ampliar el estado de alarma por última vez y que lo haría por un periodo de algo más de un mes. Pero durante el fin de semana desde Moncloa comenzaba a salir el mensaje de ese plazo no era innegociable. "Es una posibilidad, como cualquier otra", apuntaban una fuente gubernamental. Otra persona del Ejecutivo era más clara: "Globo sonda clarísimo, por pedir que no quede". En el gabinete de Presidencia estudiaron a fondo una posibilidad que generaba dudas constitucionales y que finalmente no es la que se ha pactado con Cs.

El mismo lunes amaneció con una entrevista que ayudó en la negociación: fue el "factor De Quinto". El ya exdigirente naranja, fichado por Albert Rivera para las listas electorales y azote del Gobierno en el área económica, se desmarcaba de la estrategia de su partido y rechazaba apoyar a Sánchez: "Es innecesario prorrogar el estado de alarma", confesaba en El Mundo. La entrevista, que se había realizado unos días antes, alejaba el foco de los contactos Sánchez-Arrimadas y hacía un favor a los negociadores. Edmundo Bal fue más fino y dijo que no apoyaría al Ejecutivo con las condiciones fijadas por Sánchez el sábado. Cuestión de matices. Ahora el exvicepresidente de Coca-Cola es historia en el partido.

Es en ese momento cuando Moncloa activa la negociación real. Lunes por la tarde, primeros contactos. Y martes por la mañana, el grueso. Inés Arrimadas, apartada del foco mediático porque está apunto de dar a luz, interviene. También Carlos Cuadrado, vicesecretario general, y José María Espejo-Saavedra, su adjunto. Sus condiciones son claras: nada de un mes de prórroga, solo dos semanas, y no rotundo a negociar con ERC la mesa bilateral. Cs se abre a volver a ayudar al Gobierno.

Moncloa da en ese momento por ganada la batalla. Un "win-win" en toda regla. Intenta convencer a Cs para que la prórroga sea por esos 30 días. Incluso prepara el decreto que va a salir del consejo de ministros y que contempla una ampliación del estado de alarma hasta el 5 de julio y aplicable por territorios. Si Sánchez conseguía cerrar el mes, "win". Si el pacto era por dos semanas, también "win". El debate, entonces, se centró en los plazos, no en el apoyo de Cs al Gobierno. Partida encarrilada.

Moncloa se lo piensa unas horas. No es fácil un acuerdo que podría suponer soliviantar a los socios de la investidura. Durante el consejo de ministros se produce la decisión final. El Gobierno cierra los flecos en pleno cónclave donde se aprueba el anteproyecto de Ley del Clima, una escena que ya se produjo durante la anterior negociación con Cs. 

Sánchez renuncia a un aspecto sobre el que tenía dudas, el ampliar la prórroga un mes. Cs negocia el resto de medidas: pago de todas las prestaciones por ERTE en junio, a mucho tardar; aplazamiento de impuestos un mes más; ampliar la prestación para autónomos; declarar hábil el mes de julio en el Congreso... Y desvincular la negociación bilateral con Cataluña del estado de alarma. Moncloa se cuida mucho en este punto, para que el partido naranja no exija poner punto final a la misma. Moncloa acepta y el pacto entonces se da a conocer.

Un detalle importante del pacto Gobierno-Cs es que todo indica que la que se convalide este martes será la última prórroga del estado de alarma: ambas partes se comprometen a "analizar las medidas y, en su caso, reformas legislativas necesarias que permitan una salida ordenada del estado de alarma y la gestión de la pandemia en ese momento, ya sin la utilización de la herramienta constitucional de la declaración de alarma", explica Moncloa. "En esos mismos 15 días, el Gobierno comunicará a Cs las primeras conclusiones de su análisis con el objetivo de dialogar y, si es posible, consensuar las medidas y reformas legislativas necesarias", añade. Es decir, utilizar diferentes leyes para mantener la prohibición de los desplazamientos. En quince días, una nueva batalla con los grupos parlamentarios.

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