Estadounidenses acusados de espionaje en Irán sabrán sentencia en una semana

  • El juicio contra tres excursionistas estadounidenses acusados de espionaje en Irán finalizó hoy en un tribunal de Teherán y la sentencia tendrá que dictarse antes de una semana, según dijo a Efe el abogado defensor.

Teherán, 31 jul.- El juicio contra tres excursionistas estadounidenses acusados de espionaje en Irán finalizó hoy en un tribunal de Teherán y la sentencia tendrá que dictarse antes de una semana, según dijo a Efe el abogado defensor.

Masud Shafii, letrado que representa a Josh Fattal, Shane Bauer y Sarah Shourd, está ultima en libertad provisional y en Estados Unidos, mostró a Efe su esperanza de que la sentencia sea favorable para los procesados.

"Tuve tiempo suficiente para poder defender a los dos acusados presentes y también a Sarah Shourd (ausente), y ellos también pudieron dar con tiempo suficiente su versión de los hechos ante el tribunal", agregó Shafii, quien en ocasiones anteriores se había quejado de no haber podido tener contacto con sus defendidos.

Con buen ánimo, el abogado señaló: "Ojalá Dios quiera que todo vaya bien".

Hoy se celebró en Teherán la tercera y última vista del juicio contra los tres estadounidenses, detenidos hace dos años por una patrulla fronteriza iraní cuando entraron en territorio de Irán desde Irak al equivocar su camino cuando, según aseguran, realizaban una excursión a pie por una zona montañosa.

A esta última vista no había sido convocada Sara Shroud, que está en EEUU, lo que, en opinión del abogado, facilitó la marcha del proceso.

Ayer, Shafii dijo a Efe que no había podido tener una cita con los dos presos desde el 6 de febrero, fecha en la que el letrado tuvo el único y breve contacto con sus defendidos en la misma sala de juicio.

Hoy indicó que tampoco se había podido reunir con ellos antes de la vista, pero dijo que había tenido tiempo suficiente para defenderlos.

Los tres estadounidenses, Josh Fattal y Shane Bauer, ambos de 28 años, y Sarah Shourd, de 32 años, fueron detenidos cuando, según afirman, hacían senderismo en una zona montañosa del Kurdistán iraquí, donde la frontera entre Irán e Irak es difusa.

Shorud, que ha alegado motivos médicos para no regresar al juicio en Irán, fue puesta en libertad bajo fianza de 500.000 dólares el pasado mes de septiembre, por razones de salud y humanitarias, mientras que sus dos compañeros permanecen en una cárcel de Teherán.

La vista anterior, convocada el 11 de mayo, fue pospuesta después de que las autoridades penitenciarias no presentaran a los dos hombres ante el tribunal y la mujer tampoco acudiera.

La misma razón impidió celebrar a tiempo la primera, que fue aplazada y se celebró finalmente el 6 de febrero.

Los tres acusados se han declarado inocentes y piden la absolución de una acusación que, en su opinión, carece de base legal.

Según ellos, en ningún momento tuvieron intención de entrar en territorio iraní y todo fue fruto de una confusión después de que se desorientasen y erraran su camino.

Shourd explicó a la prensa estadounidense el pasado noviembre que, en realidad, no penetraron en Irán hasta que unos policías iraníes les hicieron un gesto para que se aproximaran a donde ellos estaban.

Según su relato, les dijeron "esto es Irán", antes de señalar la carretera donde se hallaban previamente y decirles: "eso es Irak", momento en que procedieron a arrestarlos.

La línea divisoria entre los dos países en la zona del Kurdistán no está suficientemente delimitada desde la guerra que ambas naciones libraron entre 1980 y 1988.

El juicio se enmarca en las hostiles relaciones que mantienen Irán y Estados Unidos, que rompieron sus lazos diplomáticos tras el triunfo en 1979 de la revolución que expulsó al último Sha de Persia, Mohamed Reza Pahleví, e instauró la República Islámica.

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