La muerte del estratega de los atentados del EI supone un duro golpe para el grupo yihadista

El grupo Estado Islámico (EI) se ha visto todavía más debilitado tras la muerte de uno de sus estrategas, Abu Mohamed al Adnani, un nuevo revés que se suma a las múltiples derrotas militares asestadas por sus numerosos enemigos.

El propagandista de los atentados en Occidente, cuyo verdadero nombre era Taha Sobhi Falaha, fue abatido con 39 años seguramente en un bombardeo estadounidense, en el norte de Siria.

Su muerte, anunciada el martes por la noche por el EI, es la tercera en cinco meses de un yihadista importante y aísla todavía más al jefe del grupo, el autoproclamado "califa" Abu Bakr al Baghdadi, en paradero desconocido.

"El asesinato de Al Adnani es una señal de que el EI no puede proteger a sus líderes más importantes", afirma a la AFP Hisham al Hashemi, especialista de movimientos yihadistas en Siria e Irak.

"Estados Unidos puede estar muy cerca de eliminar a Baghdadi la próxima vez (...). A su lado solo quedan dos de los fundadores del EI: el iraquí Abu Abdel Rahman Iyad al Ubeidi y el saudí Abu Mohamed al Shemali", según el experto.

La muerte de Al Adnani parece ser un nuevo éxito de los servicios de inteligencia de la coalición antiyihadista, liderada por Estados Unidos.

"Está muy claro que el EI está infiltrado a nivel de sus dirigentes y que los servicios de inteligencia conocen la mayoría de sus desplazamientos", estima Hashemi.

Para Aymenn Jawad al Tamimi, otro experto en movimientos yihadistas, la desaparición de Al Adnani es "simbólicamente importante y, de manera más general, un indicio del declive del Estado Islámico".

"Si un ataque aéreo de la coalición lo ha tocado, esto demuestra que el nivel de penetración de los servicios de información de la coalición es muy elevado. Sino, no habría sido posible eliminar tantos responsables de alto rango", según él.

El EI indicó que su portavoz murió "mientras controlaba las operaciones para rechazar las campañas militares contra Alepo", informó la agencia Amaq, vinculada al grupo.

"Al Adnani se movía sobre todo entre Bukamal y Deir Ezzor (en el este de Siria) pero parece que la importancia de la batalla de Alepo le obligó a supervisar personalmente el combate", precisa Hashemi.

En agosto, el EI sufrió duros golpes en esta provincia: fue expulsado por las fuerzas antiyihadistas, apoyadas por Washington, de la ciudad de Manbij y perdió la localidad de Jarablos frente a las fuerzas turcas.

En Washington, el portavoz del Pentágono, Peter Cook, estimó que la desaparición de Al Adnani es un "nuevo golpe importante contra el EI" porque era el "principal arquitecto de las operaciones exteriores del EI y portavoz en jefe" del grupo.

Según Cook, Al Adnani "coordinó los movimientos de combatientes del EI, instando de manera directa los ataques de lobos solitarios contra civiles y miembros de las fuerzas armadas, y reclutó de manera activa nuevos combatientes".

Al Adnani exhortó a los partidarios del EI a pasar a la acción en sus países de origen utilizando cualquier arma disponible, cuchillos, piedras o vehículos, contra los ciudadanos de los países miembros de la coalición antiyihadista, en un llamado que al parecer inspiró varios atentados, especialmente en Europa.

Un alto mando estadounidense dijo que estuvo involucrado en ataques importantes, como los atentados de París, de Bruselas y la operación contra el aeropuerto de Estambul, en la acción contra un café en Bangladés y en el derribo de un avión ruso en el Sinaí. Estos ataques causaron, según esta fuente, más de 1.800 muertos y cerca de 4.000 heridos.

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