Eta. El comisario telesforo rubio no aclara las contradicciones del “caso faisán”


La declaración en la Audiencia Nacional del antiguo comisario general de Información de la Policía Nacional Telesforo Rubio no ha servido para aclarar las contradicciones en torno a los hechos que tuvieron lugar el 4 de mayo de 2006, cuando se produjo el chivatazo a ETA con la comunicación al dueño del bar “Faisán” de Irún (Guipúzcoa) y presunto enlace de la banda, Joseba Elosua, de que se iba a llevar a cabo una operación contra el aparato de extorsión de la organización terrorista.
Rubio señaló en su breve declaración como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que no recuerda “los detalles” que rodearon a la frustrada operación policial contra el pago la extorsión etarra ni los de su posterior investigación, según explicaron fuentes de las acusaciones. “No ha aclarado nada”, indicaron.
El comisario, actualmente responsable de la agregaduría de Interior en la embajada española en Moscú, estuvo declarando en el despacho de Ruz algo menos de 45 minutos.
Rubio fue llamado a declarar después de que el investigador del chivatazo a ETA y jefe del operativo, el comisario Carlos Germán, fuera acusado por uno de sus superiores de poner trabas a la investigación y de haber intentado borrar una prueba clave.
El superior jerárquico de Germán, José Cabanillas, que en el momento de los hechos era comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional, aseguró el pasado martes ante el juez de la Audiencia Nacional que el investigador intentó borrar la baliza de sonido en la que se recoge una conversación mantenida en el coche del enlace del aparato de extorsión de ETA y dueño del bar “Faisán” de Irún, Joseba Elosua, entre éste y su cuñado, Carmelo Luquín, momentos después del chivatazo.
En la conversación, Elosua le comentaba a su cuñado que le seguían y que una persona le había advertido en su bar de la operación que se iba a llevar a cabo contra el aparato de extorsión de ETA.
El comisario Rubio dijo en este sentido que, a pesar de no recordar los detalles, le parece casi "imposible" que se intentarán borrar pruebas y señaló que si se lo hubiesen pedido se hubiese negado por tratarse de un delito.
“RIESGOS POLÍTICOS”
José Cabanillas relató, además, las reticencias de Carlos Germán para llevar a cabo la operación contra el aparato de extorsión de ETA. Según el antiguo comisario jefe de Inteligencia, Germán llegó a decir que les iban “a crucificar” si llevaban a cabo la operación.
El testigo ratificó así el informe que ya remitió a la Audiencia Nacional en el que señalaba que durante el 3 de mayo de 2006, un día antes del chivatazo, Germán fue “reticente” a llevar a cabo el operativo contra el aparato de extorsión en torno al bar “Faisán” de Irún “argumentando que era una operación que conllevaba riesgos políticos dado el momento de la tregua de ETA, así como la presunta implicación de un miembro destacado del PNV, Gorka Aguirre”.

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