Eta. El fiscal pide 39 años de cárcel para dos etarras acusados de preparar atentados en navarra


El fiscal Pedro Rubira solicitó hoy a la Audiencia Nacional que condene a 39 años de cárcel a los presuntos etarras Xabier Rey y Aurken Sola, a los que acusa de haber recabado la información necesaria para atentar contra la vida de varios políticos de Navarra y contra miembros de las fuerzas de seguridad que operan en esta comunidad.
El representante del Ministerio Público solicitó estas penas en la última sesión del juicio que está celebrando la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra Rey y Sola, a los que atribuye delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos y conspiración para cometer asesinatos terroristas.
En el banquillo de los acusados también se han sentado Araitz Amatria –pareja sentimental de Rey- y Sergio Boada, a los que se acusa de colaboración con banda armada por prestar apoyo a los dos presuntos miembros del comando etarra. El fiscal Rubira pidió para ellos ocho años de cárcel y multa de 122.524 euros.
El representante del Ministerio Público aseguró hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que Rey y Sola fueron captados para la organización terrorista en agosto de 2007 por el que fuera jefe de comandos, Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", y conformaron el denominado “comando Hego Haizea”.
ALCALDES Y CONCEJALES
Rey y Sola se desplazaron al sur de Francia y mantuvieron el 15 de octubre una cita con “Txeroki”, quien les dio la orden de comenzar la actividad terrorista y les entregó informaciones sobre “un concejal de UPN, otro del PSN, un escolta y un guardia civil”, señala el escrito de Rubira. El dirigente etarra también les entregó diversas armas y explosivos.
Tras su vuelta de Francia, los dos acusados captaron para realizar labores de apoyo a Araitz Amatria y Sergio Boada. El comando terrorista tenía a su disposición dos pisos y un trastero en Pamplona, tres coches y un pequeño “zulo” en la localidad navarra de Etxauri que utilizaban para comunicarse con los dirigentes de la banda terrorista.
Rey y Sola fueron detenidos el 27 de octubre por la Policía Nacional. Al día siguiente fueron detenidos Boada y Amatria, está última en Valencia, donde se había desplazado para realizar un curso sobre páginas web.
En sus domicilios se encontraron dos revólveres detonadores, fiambreras, munición y material explosivo, además de numerosos documentos, tanto digitales como en soporte físico, sobre la banda terrorista. En uno de los dispositivos de memoria externa se encontraron informaciones sobre “siete potenciales objetivos”.
Entre las personas sometidas a vigilancia se encontraban el alcalde de Burlada (Navarra), José Muñoz, del PSN; los concejales de la localidad Inmaculada Egea y José Enrique Escudero, ambos de UPN, y la edil del PSN Silvia Rosa Velázquez.
Los terroristas también habían recabado información sobre un escolta, un guardia civil y un agente de la Policía Nacional.
SIN ÓRDENES DE ETA
Sola y Rey aseguraron en su declaración en la Audiencia Nacional, que tuvo lugar la semana pasada, que no pretendían utilizar para cometer atentados las informaciones sobre varios políticos y miembros de las fuerzas de seguridad de Navarra que tenían en su poder cuando fueron detenidos.
Rey y Sola, que se negaron a contestar a las preguntas del fiscal, dijeron que la dirección de la banda terrorista no les dio ninguna orden para atentar y añadieron que ellos no tenían “capacidad para decidir” por su cuenta.
El presidente del tribunal, el magistrado Fernando García Nicolás, decretó el visto para sentencia tras escuchar el informe del fiscal Rubira y de las defensas.

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