Eta. El plan de reinserción se realizará “preferentemente” en el país vasco y cárceles próximas


El plan de reinserción de terroristas del Ministerio del Interior se realizará “preferentemente” en el País Vasco y en otras cárceles próximas a esta comunidad autónoma.
Así se asegura en el Programa para el Desarrollo de la Política Penitenciaria de Reinserción Individual en el Marco de la Ley, que ha elaborado el departamento de Prisiones, que dirige Ángel Yuste.
En este programa, según el texto al que ha tenido acceso Servimedia, se afirma que la “fase de incorporación” de internos se realizará en todos los centros penitenciarios que alberguen reclusos vinculados con organizaciones terroristas.
Al mismo tiempo, se establece que “el desarrollo específico del Programa, se realizará, preferentemente, en centros penitenciarios ubicados en el País Vasco, aunque se ampliarán a otros próximos en función de las características de los penados que se incorporen al programa”.
En cuanto a las condiciones para incorporarse al Programa, se indica que el preso “deberá acreditar el rechazo a la violencia y su desvinculación de la organización criminal a la que ha pertenecido o con la que ha estado relacionado”.
CON VÍCTIMAS
Respecto a los objetivos del plan, entre éstos están la “concienciación de la magnitud y la trascendencia del daño ocasionado a las víctimas, sus familiares y su entorno” y la “asunción por parte del penado de su responsabilidad en la conducta delictiva”.
Otros fines son la “superación de los elementos de convicción que le llevaron a delinquir y a justificar la violencia para la consecución de objetivos políticos”, así como la “preparación para la vida en libertad, resistiendo la estigmatización que en el entorno que justifica planteamientos comprensivos con quienes ejercieron o justificaron la violencia terrorista produce la disidencia de los que asumen el compromiso con la legalidad”.
El Programa también contempla encuentros con víctimas del terrorismo para que éstas “puedan recibir el perdón de los penados dispuestos a pedirlo”. “La aceptación del encuentro”, se añade, “partirá siempre de la víctima, que tendrá que ser la directamente perjudicada por el delito o sus allegados más cercanos. De la misma forma, el penado que otorga el perdón tiene que ser el autor material o el cooperador directo del hecho delictivo que ha causado el daño”.
Por otra parte, el plan prestará “especial atención a la realización las actividades culturales, formativas, laborales, etc. que vayan encaminadas a la capacitación socio-profesional del penado, que le permitan afrontar sus necesidades futuras en la vida libre y que contribuyan a una mejor inserción social el día que obtenga la libertad”.

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