Eta. El video con cortes del “faisán” fue custodiado por la comisaría general de información de la policía


Un informe remitido al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz asegura que la cinta de video que grabó el exterior del bar “Faisán” de Irún el día en que se produjo el “chivatazo” a ETA y que fue entregado en el juzgado con cortes en la grabación estuvo en todo momento bajo custodia de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
Esta información completa el informe remitido el pasado viernes al magistrado y en el que los peritos de la Guardia Civil descartaban casi con toda probabilidad que los cortes en la cinta de video fueran “accidentales” y señalaban que, supuestamente, fueron realizados “en el momento de la grabación”, efectuada por agentes de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional.
El nuevo informe, según señalaron fuentes jurídicas, analiza la cadena de custodia a la que se sometió la cinta y señala que la grabación estuvo en todo momento en manos de la Comisaría General de Información hasta que fue entregado al juez Baltasar Garzón, quien se encargó de la investigación hasta que fue suspendido cautelarmente. La cinta fue entregada con dos cortes de más de tres minutos en total.
Al frente de la Comisaría General de Información se encontraba durante la investigación del “chivatazo” el comisario Telesforo Rubio, quien precisamente declaró la semana pasada como testigo ante el juez Ruz. Su declaración no sirvió para aclarar las contradicciones en torno a los hechos que tuvieron lugar el 4 de mayo de 2006, cuando se comunicó al dueño del bar “Faisán” de Irún (Guipúzcoa) y presunto enlace de la banda, Joseba Elosua, de que se iba a llevar a cabo una operación contra el aparato de extorsión de la organización terrorista.
Rubio señaló en su breve declaración como testigo que no recuerda “los detalles” que rodearon a la frustrada operación policial ni los de su posterior investigación. El comisario, actualmente responsable de la agregaduría de Interior en la embajada española en Moscú, fue llamado a declarar después de que el investigador del chivatazo a ETA y jefe del operativo, el comisario Carlos Germán, fuera acusado por uno de sus superiores de poner trabas a la investigación y de haber intentado borrar una prueba clave.
El superior jerárquico de Germán, José Cabanillas, que en el momento de los hechos era comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional, aseguró hace dos semanas ante el juez de la Audiencia Nacional que el investigador intentó borrar la baliza de sonido en la que se recoge una conversación “clave” de Elosua, y señaló que Germán fue reticente a llevar a cabo la operación contra el aparato de extorsión.

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