Europa se islamiza y es un paraíso para refugiados: los mitos de la inmigración

La llegada a Melilla de 72 inmigrantes rescatados por Salvamento en Chafarinas. /EFE
La llegada a Melilla de 72 inmigrantes rescatados por Salvamento en Chafarinas. /EFE

La Fundación Alternativas ha considerado que España está "medianamente comprometida" en la búsqueda de soluciones al fenómeno migratorio y que la respuesta que da al mismo tiene "sus luces y sombras", ya que no ha vuelto a repetir gestos como el del Aquarius y sigue incumpliendo en materia de acogida de refugiados.

Así, consideran que la respuesta española al fenómeno de la inmigración presenta "luces y sombras". "España siempre ha sido proclive a acoger y es visto en Europa como un país con experiencia previa en inmigración, pero estamos en una escala un poco de grises", señala Rodríguez.

Esta es una de las principales conclusiones de Beatriz Cózar y Leticia Rodríguez en "Desmontando el mito del problema migratorio", una investigación sobre el fenómeno migratorio y el impacto que han tenido las noticias falsas en los últimos comicios europeos.

Afirmaciones en los medios como que la UE se está islamizando, es un paraíso para refugiados y que los inmigrantes son la causa de ataques terroristas son ejemplos de las noticias falsas que circulan por la red que han encontrado en los partidos populistas un caldo de cultivo que solo será posible combatir, según la Fundación Alternativas, con una mayor "alfabetización digital".

Las autoras dedican un capítulo de su investigación a analizar el caso español y resaltan que, a pesar de que la actitud con el Aquarius el año pasado podría hacer pensar que ha satisfecho sus expectativas, la realidad es que ese gesto no se repitió con otras embarcaciones, a lo que se suma que nuestro país sigue incumpliendo el compromiso de acoger a más de 17.000 refugiados que adquirió hace ya cuatro años.

Con el respaldo de varias encuestas y organismos oficiales españoles, el estudio resalta la necesidad de abordar los discursos sobre inmigración desde la perspectiva de la "seguridad humana" y no de la seguridad nacional para frenar los falsos  mitos que mezclan la inmigración con la delincuencia, porque los datos demuestran los contrario. Un ejemplo es que según el Consejo General del Poder Judicial, desde 2009, cuando se alcanzó el pico de población reclusa extranjera (35,7%),  la cifra ha descendido hasta el 28,1% en 2017.

De su investigación, las autoras han deducido que "las sociedades europeas no deberían de olvidar su pasado, pues quien lo olvida corre el riesgo de repetir los mismos errores", por lo que, lejos de intentar externalizar su control fronterizo, tendrían que reformar sus sistemas de asilo e intentar generar un espacio común basado en la solidaridad y el respeto a la dignidad y la vida humana.

También abogan por una reforma del sistema europeo común de asilo, formar a los inmigrantes, promover su integración en los de países de destino para que no sean vistos como "el otro" o fomentar observatorios y clínicas dedicadas a los derechos humanos, así como foros de debate dirigidos a la ciudadanía en general.

"Tenemos que empezar a ver el migratorio como un problema humanitario y no matemático. España en el momento del Aquarius actuó de forma muy correcta, pero es verdad que tampoco se puede dejar toda la responsabilidad a un estado miembro cuando el problema está en una frontera comunitaria", añadió Rodríguez para dejar claro que, en todo caso, "el reparto numérico de vidas humanas no funciona".

Las investigadoras declararon que la Unión Europea es "una comunidad de países que tenemos que dar una respuesta común a un problema que no es visto como un problema humanitario, sino numérico, hablando de cifras de repartición como si fueran caramelos".

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