Europa sigue a la espera de que Obama cierre el penal de Guantánamo

  • Los países europeos que acogieron a 23 prisioneros de Guantánamo, después de que Barak Obama asumiera el poder en enero de 2009, siguen a la espera de que el presidente estadounidense cumpla su promesa de cerrar el penal de su país en Cuba, donde permanecen 171 detenidos musulmanes.

Carmen Tabar

Madrid, 28 ene.- Los países europeos que acogieron a 23 prisioneros de Guantánamo, después de que Barak Obama asumiera el poder en enero de 2009, siguen a la espera de que el presidente estadounidense cumpla su promesa de cerrar el penal de su país en Cuba, donde permanecen 171 detenidos musulmanes.

Así lo explica la periodista y abogada, Emma Reverter, en el libro publicado este mes con el título "Guantánamo, diez años", en el que narra el recorrido de esa cárcel, instalada por Estados Unidos en territorio cubano en enero de 2002, después de los atentados terroristas ocurridos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre del año anterior.

A pesar de su compromiso de cerrar la cárcel, por la que han pasado casi 800 prisioneros, Obama no ha podido hacerlo por la oposición del Congreso de su país, que, además, ha bloqueado nuevas transferencias y la posibilidad de su desmantelamiento gradual, así como las visitas de familiares.

De acuerdo con el libro de la periodista barcelonesa afincada desde hace años en Nueva York y que ha viajado a Guantánamo en tres ocasiones, de los 171 prisioneros- de 23 países-, 59 están a la espera de ser trasladados.

"Teóricamente- explica- son hombres libres, ya han salido de la de la cárcel de máxima seguridad y se encuentran bajo arresto domiciliario".

El funcionamiento de la prisión de Guantánamo cuesta 150 millones de dólares anuales (el doble que cualquier institución de este tipo en territorio estadounidenses), en la que los detenidos comen, leen (les encanta Harry Potter y las novelas románticas), pintan y rezan cinco veces al día, ya que la mayoría son practicantes.

Hay otros 47 prisioneros, incluidos en una lista elaborada por la Administración Obama, detenidos de forma indefinida sin juicio y ocho están en huelga de hambre, uno de ellos desde 2005.

Al menos seis han sido condenados por comisiones militares. La semana pasada terminó la vista previa del juicio al saudí Abd al Rahim Hussayn Muhammad al Nashiri, acusado de ser el responsable en 2000 de los atentados contra el buque de guerra USS Cole en los que murieron 17 marineros estadounidenses y para el que se pide la pena de muerte.

Según Reverter, podría ser el primer prisionero ejecutado en el penal, "irónicamente durante el mandado del presidente que prometió cerrar Guantánamo y firmó una orden a tal efecto que no ha llegado a cumplirse".

Nashiri, puntualiza la periodista, no será juzgado por una corte penal, sino por una comisión militar designada por el Pentágono.

La autora cita a una compañera estadounidense que le describió a Nashiri "como el hombre que nadie a visto". Fue trasladado a Cuba en 2006 y desde entonces permanece en el módulo secreto de la cárcel. Desde 2002 Nashiri estuvo preso en un centro secreto de la CIA.

Reverter detalla como funciona la cárcel y como son las instalaciones. Da detalles tan curiosos como que los cubanos que residen en Guantánamo para ir a su país tienen que hacerlo vía Miami (EEUU) cuando existe una puerta en el vallado que separa el territorio que ocupa la base de Cuba, que permitiría el acceso inmediato al lado hispano.

También da cuenta la periodista de como ha evolucionado la vida de los "detenidos" que incluso reciben clases de inglés, arte y habilidades sociales, aunque el único espacio abierto es un patio de unos veinte metros cuadrados.

Incluye las numerosas denuncias internacionales por torturas y el limbo de ilegalidad internacional en que se encuentran los prisioneros, que dio título a su primera obra sobre el penal tras su primera visita a Guantánamo en 2004.

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