Evo Morales defiende las nacionalizaciones durante su visita a España

Barcelona, 9 dic.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha dedicado la mayor parte del discurso de hora y media que ha ofrecido hoy en Barcelona a defender la nacionalización de los recursos energéticos y los servicios básicos que ha llevado a cabo en su país.

Morales no ha hecho ninguna mención a las empresas españolas que se han visto afectadas por la política de nacionalizaciones impulsada por el gobierno boliviano y ha aclarado que "respetamos a los socios extranjeros, pero no queremos patronos".

El líder indigenista ha hecho estas declaraciones en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona Fórum (CCIB) donde ha participado en la Feria Interministerial Comunicando el Cambio sin Fronteras, organizada por el gobierno boliviano.

Evo Morales se ha hecho esperar hoy en Barcelona, ya que estaba prevista su presencia a las 12,00 horas en la inauguración de la feria y no ha hecho acto de presencia hasta las 17,30 horas.

Unas 6.000 personas, según la organización, han aguardado pacientemente a que Morales subiera al escenario, cosa que ha hecho a las 18,30 horas, después de escuchar las palabras de la representante de los movimientos sociales catalanes, Ada Colau, y varios miembros de los diferentes ministerios bolivianos.

Una vez en el estrado, el presidente boliviano ha sido generoso con sus seguidores y les ha obsequiado con un discurso de hora y media, en el que ha insistido en la importancia de que los recursos naturales de Bolivia los gestione el estado boliviano y los servicios básicos sean públicos.

Frente a un auditorio formado básicamente por emigrantes bolivianos que residen en España y sufren la recesión europea, Morales ha destacado los avances de su país, que en los últimos años "ha reducido el paro hasta llegar al 4 por ciento".

La disminución de los índices de pobreza, el aumento de las inversiones públicas y el incremento del PIB per capita han sido algunos de los datos que ha ofrecido Morales para avalar su gestión al frente del ejecutivo boliviano.

Una gestión que tiene que afrontar acosado por "las acusaciones permanentes" de quienes en otros tiempos le tachaban de narcotraficante por defender a los campesinos que cultivan la hoja de coca.

"Primero me llamaban narcotraficante, luego, tras el atentado a las Torres Gemelas, empezaron a llamarme terrorista, y ahora me acusan de autoritario y dictador, cuando en Bolivia hay una total libertad de expresión y nos escuchamos todos", ha subrayado.

Morales ha repasado su larga carrera política y el largo camino que ha tenido que recorrer hasta que "le pueblo ha tomado conciencia". "Cuando se ha creado conciencia no es difícil ganar elecciones, pero es difícil administrar a los que quieren recuperar el poder que tenían antes", ha señalado.

El líder boliviano ha cosechado grandes aplausos cuando ha expresado su solidaridad con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y ha dicho que espera que se recupere pronto de su enfermedad "para seguir luchando por la defensa de nuestros recursos".

También ha sido ovacionado cuando ha prometido a sus compatriotas que hará todo lo posible para facilitar la repatriación de los cadáveres de los bolivianos que fallecen lejos de su país de origen.

El presidente boliviano ha realizado este fin de semana una visita de carácter no oficial a Madrid y Barcelona, durante la que se entrevistó ayer con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En esta entrevista, en la que ambos presidentes repasaron las relaciones entre ambas naciones y la situación general de Latinoamericana, el jefe del Gobierno español garantizó a Morales que su país seguirá siendo una prioridad de la política española de cooperación al desarrollo, según informaron fuentes del Ejecutivo.

Morales ha querido después visitar Cataluña, donde reside la comunidad más numerosa de inmigrantes bolivianos en España, según la embajada boliviana.