Evo Morales tacha de corrupto y delincuente confeso a exfiscal huido a Brasil

La Paz, 12 mar.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, tachó hoy de "corrupto" y "delincuente confeso" al exfiscal de su país Marcelo Soza, que ha escapado a Brasil, donde ha solicitado refugio, según confirmó la Embajada brasileña en La Paz.

Morales afirmó en una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno que quien escapa de un país para eludir la justicia "ya es un delincuente confeso".

"Yo creo que es un corrupto, un delincuente confeso, pero está en manos de la justicia. Si alguien no tiene nada debe defenderse y no escaparse", aseveró el mandatario.

Marcelo Soza,, que estuvo a cargo del llamado "caso terrorismo" ocurrido en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, se encuentra en Brasil desde ayer martes y ha solicitado refugio a las autoridades de ese país.

A través de un escueto comunicado, la Embajada brasileña indicó que Soza ingresó "con pedido de refugio frente a la Policía Federal de Brasil" y que la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) evaluará el caso.

Según dijeron a Efe fuentes oficiales en Brasilia, Soza ha contratado los servicios del abogado Fernando Tiburcio, el mismo que defiende al senador opositor boliviano Roger Pinto, quien se encuentra en Brasil con un estátus temporal de refugio, que es válido hasta que se resuelva su situación legal en el país.

El caso Pinto provocó en agosto pasado un conflicto diplomático entre los dos países que se saldó con la dimisión del entonces canciller brasileño, Antonio Patriota.

Marcelo Soza dirigió hasta marzo del año pasado, cuando renunció a su cargo, la investigación sobre un supuesto complot contra Evo Morales ocurrido en abril de 2009 en la ciudad oriental de Santa Cruz.

El "caso terrorismo" estalló el 16 de abril de 2009 cuando un comando policial realizó un operativo en un hotel de Santa Cruz que se saldó con tres extranjeros muertos y dos detenidos, acusados de ser una célula terrorista que quería atentar contra Morales con fines secesionistas.

En esa operación murieron el croata-húngaro-boliviano Eduardo Rozsa, el rumano Magyarosi Arpak y el irlandés Dwayer Michael Martin, mientras que fueron detenidos el húngaro Elöd Tóásó y el croata-boliviano Mario Tadic, actualmente en prisión.

Soza dimitió en marzo del 2103, después de que la oposición hiciera públicas grabaciones en la que supuestamente él hacía revelaciones sobre corrupción en el sistema judicial boliviano y aparecieran fotografías suyas con abogados que el Gobierno hizo detener por pertenecer supuestamente a una red de extorsiones.

Algunos de los imputados por Soza en el "caso terrorismo" lo acusaron de extorsión, mientras que la Fiscalía General le inició un proceso por incumplimiento de deberes precisamente porque ese juicio no ha terminado hasta ahora, pese a que comenzó hace más de cuatro años.