Ex edil del PP niega las acusaciones de menores por abusos y la madre de los niños asegura que les cree

Palma.- El ex concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma Javier Rodrigo de Santos ha negado hoy todos los cargos que se le imputan por supuestos abusos sexuales a tres menores, mientras que la madre ha asegurado que los chicos dicen la verdad: "Yo no estaría aquí si no creyera lo que han dicho mis hijos", ha aseverado.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca acoge desde hoy este juicio en el que la Fiscalía solicita 24 años y 3 meses de cárcel para el ex concejal.

El primero en declarar ha sido De Santos, que ha achacado las acusaciones a una presión ajena sobre las supuestas víctimas, y a una venganza en el caso de un joven de 18 años.

De Santos ha explicado que sí conocía y mantenía una buena relación con la familia de los tres chicos, si bien ha remarcado que eran personas necesitadas al ser inmigrantes y formar una familia de 9 de hermanos, y que los críos eran "un poco liantes".

No obstante, ha insistido en que no cree que la familia le haya denunciado por que tenga nada contra él, sino que es algo "ajeno a ellos; es una presión que les viene a ellos de fuera y, probablemente, tenga relación con su situación en España", aunque ha remarcado que es sólo una conclusión a la que él ha llegado.

Las preguntas del fiscal se han centrado, principalmente, en el caso de los supuestos abusos a los menores, amigos de los hijos del ex edil, a los cuales conocieron en la iglesia a la que acudían los domingos.

El ex político ha admitido que los menores se quedaron en alguna ocasión a dormir en su casa y ha subrayado que los trató con "normalidad". Aunque "no era la práctica habitual", en alguna ocasión pudo haberles dado un beso de "buenas noches" y les habría arropado, ha añadido.

El ex teniente de alcalde de Palma ha mencionado que las supuestas víctimas "eran muy fantasiosas" y ha cuestionado las fechas de los supuestos abusos que han concretado los menores. Así, ha rechazado que el 30 de noviembre de 2007 fuera a un "spa" de la Playa de Palma con uno de los menores porque "ya no iba desde junio".

Los padres de los menores han negado que su denuncia responda a intereses económicos y han declarado que conocían a la familia del acusado y que mantenían una relación "normal con ellos".

En un principio, han explicado ambos, consideraron que lo que decían sus hijos no era nada importante y decidieron "ponerlo en manos de Dios porque Él sabe hacer justicia mejor que los hombres".

Sin embargo, una vez que les llamaron del colegio de los niños para decirles que, efectivamente, habían sufrido abusos, denunciaron los hechos, tal y como les recomendaron los psicólogos.

Respecto a la denuncia, hablaron con un sacerdote de la parroquia que, a su vez, contactó con un abogado de la Curia Vaticana para cerciorarse sobre cómo tenían que actuar. El sacerdote les recomendó también que presentaran la denuncia.

El padre ha garantizado que sus hijos le informaron "de tocamientos y de algo más que no tengo muy claro", ya que aunque uno era más tímido otro fue más explícito: "Mariano me dijo que había permitido que este señor (De Santos) le penetrara", lo que "corroboró" su hermano.

"Para nosotros es muy importante la familia y no vamos a hacer daño a otra familia con esto porque sí", ha manifestado la madre, una aseveración que el padre ha completado al remarcar que son "gente sencilla pero verdadera", que saben "vivir en la escasez y en la abundancia y que no necesitan pedir nada a nadie".