Turno para Cristóbal Páez en la quinta sesión de juicio por la reforma de la sede del Partido Popular. El que fuera gerente de la formación popular entre los años 2008 y 2010 se ha sentado ante el tribunal de la Audiencia Nacional para responder por su conocimiento acerca de la contabilidad extraoficial de la formación y de la recepción de 6.000 euros en metálico por parte de los extesoreros Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas. Páez, a quien Anticorrupción acusa de haber recibido dos entregas por improte t, ha admitido que ambos le entregaron este monto en un sobre en respuesta a sus reiteradas peticiones de subida de sueldo, aunque se ha desligado por completo de esta caja 'B' delegando responsabilidades en su entonces jefe.
"El señor Bárcenas era una persona muy reservada. Trabajaba con la puerta de su despacho cerrada. Era mi jefe y yo le respetaba", ha empezado diciendo para justificar que no tuvo conocimiento de las cuentas opacas que manejó el también exsenador del PP. De hecho, a medida que ha ido respondiendo a las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, Páez se ha referido a la "confianza" que tenía depositada en él allá por el año 2008, cuando Bárcenas dejó la gerencia para ocuparse de la tesorería del partido. "Era muy celoso de su trabajo y yo me fío de la gente con la que estoy trabajando. En ese momento no tenía motivos de desconfianza ni de Bárcenas ni de mis compañeros", ha dicho Páez, el cual se enfrenta a una pena de prisión de 18 meses de cárcel delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con delito contra la Hacienda Pública.
Paéz ha comenzado relatando que llegó al Partido Popular por su cercanía con Bárcenas y que en 2008, cuando le nombraron gerente, pidió sin éxito a Bárcenas que le informara acerca de las cuentas del partido. "Me dijo: 'No te lo puedo dar porque sino yo me quedo sin nada'. Nunca jamás he visto el presupuesto, ni he tenido acceso a las cuentas", ha dicho el excargo a quien la Fiscalía le implica en este circuito de facturas falsas al haber percibido 6.000 euros de un sobre en B. Sobre ese episodio Páez ha confirmado que, efectivamente, recibió esa cuantía con un sobre dentro por parte de Bárcenas y del fallecido Lapuerta, el cual le llamaba "hijo". No obstante, aunque conocía que tenía una caja fuerte en su despacho, no ha sabido decir de donde salió esa cuantía.
"Me lo habían prometido"
Según ha dicho este pago se produjo a tenor de sus continuas insistencias de que le subieran el sueldo al haber incrementado sus asignaciones. "Al cabo de tres años o así me puse serio y él me dijo que lo hablaría con el secretario general. Un día me llama al despacho con Lapuerta y éste me felicita: 'Estamos muy contentos con tu trabajo, hijo, y te vamos a dar una gratificación'. Me da un sobre con 6.000 euros y le dije que esto no se refleja en nómina y me dijeron que no se podía y que me conformara porque. Yo me guardo el dinero, entre comillas molesto pero era un dinero que yo me había ganado honradamente y que me lo habían prometido", ha dicho. En total, se produjeron dos cobros de 6.000 euros cada uno.
Páez también ha respondido por el episodio que se produjo en Génova, tras el estallido de la trama Gürtel, cuando Bárcenas le pidió que custodiara unos papeles que, aunque en ese momento no encuadró en la caja 'B', luego sí los reconoció tras publicarlos El País. "¿Entre esos documentos estaba lo que él denominaba la cuenta de caja?", le ha preguntado el fiscal Antonio Romeral, a lo que él ha respondido: "Yo tenía miedo. No lo quería ver porque no quería que me comprometiera pero recuerdo que había contratos, facturas, hojas de cálculo y nada más pero vulgarmente lo que se conoce como 'los papeles de Bárcenas', no los vi", ha respondido insistiendo en que no tuvo tareas tampoco relacionadas con las tareas de impuestos del Partido Popular.
La reunión con Rajoy y Bárcenas
A preguntas de su defensa se ha referido a lo ocurrido una vez se produjo el despido oficial de Bárcenas. Según ha explicado, aquello fue "el origen" de todo lo que le pasó después así como de su salida del partido. En su relato ha explicado que "no entendía" como seguía trabajando en el partido pese a su despido y que ello provocó un "fuego cruzado" con la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal. "Él me decía: 'Tú no despaches con ella' y ella me decía: 'Tú no despaches con él'. Ello provocó que acabara pidiendo cita con Rajoy para pedirle ayuda. Éste le dijo que hiciera caso a Cospedal. "Cuando se lo dije a Bárcenas él se puso furioso y dio orden a montón de gente en la gerencia que no me informasen de nada", dice.
"Cuando entro en ese fuego cruzado Bárcenas empieza a desconfiar de mi y me dejó aislado. Yo tengo un encuentro con Ángel Acebes y le cuento todo esto (...). Cuando estoy por la tarde en mi despacho vino la secretaria de Bárcenas para que fuera a verle. Entré al despacho y se puso muy violento conmigo. Me arrojó un mechero, que lo pude esquivar y me fui y le dije: 'No quiero que me trates así'. Él me amenazó y me dijo: 'Estás muerto' y tuve miedo, pensé: no vuelvo porque este tipo me mata", ha relatado. A renglón seguido ha explicado que al mes siguiente mantuvo una reunión a tres bandas con Bárcenas y Mariano Rajoy en la que el entonces presidente se puso de perfil. Le ofrecieron mantenerse a sueldo en el partido pero sin hacer labores reales si bien Páez lo descartó y pactó su salida.
En lo que respecta a los pagos en negro de la reforma de la sede por parte del despacho Unifica, Páez ha asegurado que su labor no se centraba en costear los servicios al arquitecto sino "en que la obra se hiciera bien y en plazo". El fiscal Anticorrupción, Antonio Romeral, le ha preguntado por las facturas visadas al despacho, el cual acometió las obras del edificio de siete plantas de Génova entre los años 2005 y 2010. El exgerente se ha desligado en todo momento del tema económico asegurando que tampoco sospechó de las diferencias de precio en las facturas. El Ministerio Público sostiene al respecto que entre los ejercicios 2006 y 2008 se eludió el pago al fisco de 1,55 millones de euros.
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