Éxito de convocatoria en las elecciones de Irak

  • A pesar de la amenaza de atentados, en los que de hecho murieron 38 personas durante la jornada electoral de ayer, los iraquíes acudieron a las urnaspara elegir un nuevo gobierno. La comisión electoral del país ha anunciado que la participación fue del 62 por ciento. Los resultados de los comicios pueden tardar en conocerse hasta un mes.
Obama elogia el "coraje" de los votantes iraquíes
Obama elogia el "coraje" de los votantes iraquíes
Agencias

Análisis: Irak vota su nuevo gobierno en medio de un caos político y atentados

A estos comicios, que significan un paso importante para el avance hacia un sistema democrático real en elpaís, estaban convocados 18,9 millones de votantes; y el 62 por ciento de ellos -según la comisión electoral- ha acudido a las urnas para elegirun nuevo Parlamento del que saldrá la próxima coalición gobernante.

Asimismo, el futuro parlamento se encargará también de designaral nuevo presidente de Irak, que tendrá menos funciones ejecutivasque el primer ministro.

En un mensaje transmitido por la televisión, el primer ministroiraquí, Nuri al Maliki, que aspira a la reelección, calificó lajornada de ayer como un "día de victoria" frente a los intentos delos grupos terroristas de impedir las elecciones.

"Este día [por ayer] es una gran victoria contra los asesinos que no quierenla democracia", afirmó Al Maliki.

Votar entre bombas

Desde primeras horas de la mañana, en las calles de Bagdad laimagen más frecuente era la de los ciudadanos dirigiéndose a pie alos centros de votación, ya que durante la mañana rigió laprohibición al tráfico de vehículos que se mantuvo hasta elmediodía.

El silencio de la ciudad sólo quedaba roto por las explosionesque se oían por distintos puntos de la ciudad, en la mayoría de lasocasiones por granadas lanzadas por desconocidos.

Las explosiones causaron38 muertos y unos ochenta heridos, la mayoría en Bagdad, una cifrade víctimas relativamente baja comparada con la que se ha vivido enotras fechas con menos importancia política que la de ayer.

"Yo he votado y no me importan las explosiones", dijo elfuncionario público Abu Ali, de 32 años, en un colegio electoral delárea de Bagdad próxima al aeropuerto.

"Estamos acostumbrados a estas bombas y creo que algunos de estosgrupos están apoyados por el Gobierno para atemorizar a los suníes",afirmó su parte el también funcionario Abu Sayad, de 40 años.

Una coalición terrorista con estrechos lazos con Al Qaeda habíaadvertido que impediría esta votación, y su amenaza se cumplióprácticamente después de que comenzaran las elecciones, a las 07:00,hora local (04.00 GMT).

El más sangriento de los ataques tuvo lugar en el distrito de Ur,en el este de la capital, donde dos granadas de mortero que cayeronsobre dos edificios mataron a 25 personas y causaron 19 heridos,según fuentes del Ministerio del Interior.

Las otras víctimas se registraron en otros puntos de la capital,también por granadas de mortero, artefactos explosivos medianos ocohetes "katiusha" lanzados por desconocidos, aunque también huboataques en las provincias de Diyala, Nínive y Anbar.

Las granadas cayeron incluso en la fortificada "zona verde" de lacapital, donde se encuentran varios ministerios y embajadas, pero enese área no hubo víctimas.

Fuertes medidas de seguridad

En un recorrido hecho por Efe por varios centros de votación deesta capital hasta el mediodía se notó escasa afluencia de votantes,buena organización, ausencia de propaganda y, sobre todo, fuertesmedidas de seguridad. Aunque según diversas fuentes, se esperan unos índices de participación considerablemente altos, especialmente teniendo en cuenta la amenaza de atentados que rige la vida iraquí y que durante la jornada de ayer no fue menos. Está previsto que hoy se conozca el número de iraquíes que acudieron a las urnas.

Pero la vigilancia era distinta según el tamaño del centroelectoral. En el de Diyla wa Qeida, cerca del puente que cruza elTigris y conecta el centro de Bagdad con el resto de la ciudad,había que pasar tres registros corporales y varios más deidentificación.

Los soldados y policías que estaban a la entrada de ese centro devotación requisaban hasta los paquetes de tabaco, que se apilaban ala entrada y que luego eran recogidos por los ciudadanos después deemitir su voto.

Uno de los electores se quejaba de que no podía pasar sin tabaco,anticipando una larga espera, y el soldado se compadeció de él y ledejó llevarse dos cigarrillos.

La vigilancia era tan estricta en ese centro de votación quedecomisaban hasta los bolígrafos. "Grábalo en la memoria y luego loescribes al salir", dijo uno de los vigilantes.

En cambio, en otro colegio electoral del barrio de Karrada, lavigilancia era menor, y los policías sólo registraban el cuerpo delos electores en una ocasión.

Hasta un mes antes de conocer los resultados

La ciudad comenzó poco a poco a recuperar el ritmo normal apartir del mediodía, cuando las autoridades permitieron la librecirculación de vehículos.

Pero al menos en un de los controles sólo permitíanun mínimo de tres pasajeros, aparentemente para evitar el paso decoches-bomba que suelen ir ocupados por una sola persona.

Las autoridades electorales no han precisado cuándo podrán estarlistos los resultados finales. En los últimos comicios, losprovinciales de enero de 2009, tardaron casi un mes, y se espera queel plazo para esta ocasión sea parecido.

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