Expectación y caos en la larga espera por las medidas aplicadas a Sócrates

  • La larga y tensa espera por conocer las posible medidas cautelares decretadas al ex primer ministro de Portugal, el socialista José Sócrates, detenido como sospechoso de corrupción, se unió hoy al caos informativo y hermetismo del Tribunal en el que fue interrogado el político socialista.

Lisboa, 24 nov.- La larga y tensa espera por conocer las posible medidas cautelares decretadas al ex primer ministro de Portugal, el socialista José Sócrates, detenido como sospechoso de corrupción, se unió hoy al caos informativo y hermetismo del Tribunal en el que fue interrogado el político socialista.

Aunque Sócrates dejó de declarar ante el juez de instrucción hace ya horas, todavía se está a la espera de conocer el resultado de las deliberaciones entre el fiscal y la defensa, y el consiguiente veredicto del juez, en una tarde-noche marcada por la confusión informativa en el Tribunal de Instrucción Criminal de Lisboa, donde el socialista, considerado uno de los barones del Partido, compareció los tres últimos días.

A media tarde se habilitó una sala para los periodistas, a los que en un primer momento se informó de que las medidas se conocerían a las 18:30 horas locales a través de un portavoz del Tribunal.

Más tarde, se cambió la hora, a las 19:30 horas, y el formato, pues se distribuiría un comunicado en el que informaría de las eventuales medidas a aplicar tanto a Sócrates como a los otros tres arrestados en el marco de esta operación: el empresario y amigo personal del ex primer ministro, Carlos Santos Silva, el abogado Gonçalo Trindade Ferreira, y el chófer del propio José Sócrates, Joao Perna.

Entre los medios lusos, se baraja la posibilidad de que, por la complejidad e impacto mediático del caso, se hayan podido alargar las negociaciones con la defensa sobre las medidas más adecuadas para Sócrates.

Según el procedimiento habitual, el Ministerio Público solicita o no medidas cautelares y, en caso de que las pida, los letrados de la defensa tienen la oportunidad de contestar su petición, aunque es el juez Carlos Alexandre quien adopta una decisión final.

Detenido la noche del pasado viernes en el aeropuerto de Lisboa, nada más llegar en un vuelo procedente de París, Sócrates, de 57 años, ya ha pasado tres noches en dependencias de la Policía de Seguridad Pública (PSP) de la capital lusa como sospechoso de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción.

Ante el mutismo oficial, sólo se sabe, a través de la Fiscalía General de la República portuguesa, que la investigación por la que fue detenido se inició por la detección de "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".

Medios portugueses han especulado con las dudas que despierta entre las autoridades la elevada fortuna del antiguo jefe de Gobierno socialista, que calculan asciende a unos 20 millones de euros, a los que suman otros tres millones de euros en los que está valorado un piso de lujo que compró en París.

El papel que jugaba el chófer de Sócrates es una de las claves de la investigación en contra del antiguo líder del Partido Socialista (PS) portugués y jefe del Gobierno entre los años 2005 y 2011, según los medios locales.

Dentro del PS, actualmente principal partido opositor y favorito para las elecciones legislativas de 2015, todavía hay signos de estupefacción y dolor por lo ocurrido.

El vicepresidente parlamentario del partido, José António Vieira da Silva, que fue además ministro en los gobiernos de Sócrates, fue uno de los dirigentes más expresivos.

"Lo veo con dolor. Trabajé varios años con José Sócrates y la imagen que tuve y tengo de él, no es la que se ha divulgado en los últimos días", lamentó hoy Vieira da Silva.

El recién estrenado secretario general socialista, el popular y carismático alcalde de Lisboa, António Costa, hizo hincapié en que hay que distinguir entre la amistad y la solidaridad, por una parte, y la acción política del partido, por otro.

Subrayó, no obstante, que su partido no va a eliminar la "foto" de nadie.

Mas parco, el diputado Jorge Lacao, que ocupó funciones de Gobierno con Sócrates, se declaró "consternado", pero subrayó que lo importante es "la acción política" del partido.

La presidenta del PS, Maria de Belém, aseveró que el caso Sócrates es únicamente "una cuestión de la justicia" e insistió en que "una cosa es la política, otra la justicia".

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