Experta aconseja a Colombia definir su lucha antidrogas sin depender de EEUU

  • La directora de la ONG boliviana Red Andina de Información (AIN), Kathryn Ledebur, aconsejó hoy al Gobierno y a la sociedad civil de Colombia que definan su propia lucha antidrogas sin depender de Estados Unidos y con un enfoque social que no esté apoyado en "lo militarista".

Bogotá, 25 sep.- La directora de la ONG boliviana Red Andina de Información (AIN), Kathryn Ledebur, aconsejó hoy al Gobierno y a la sociedad civil de Colombia que definan su propia lucha antidrogas sin depender de Estados Unidos y con un enfoque social que no esté apoyado en "lo militarista".

Ledebur hizo esta recomendación en una entrevista con Efe durante su participación en el "Foro sobre la solución al problema de las drogas ilícitas", convocado por las FARC y el Gobierno colombiano, que negocian el fin del conflicto armado en La Habana, y organizado en Bogotá por la ONU y la Universidad Nacional.

Para la directora de esta organización no gubernamental (ONG) que estudia el impacto de la guerra contra el narcotráfico en Bolivia, Colombia tiene la oportunidad con el proceso de paz de buscar una alternativa propia a la actual estrategia antidrogas.

"Le diría a Colombia que no se acaba el mundo diciendo 'no gracias' a EE.UU. Merece la pena tomar decisiones autónomas basadas en el bienestar de la población en vez de las imposiciones de EE.UU., que se han ido desfasando aún más de la realidad", observó Ledebur, estadounidense afincada en Cochabamba desde hace 23 años.

Consideró además que "es interesante saber que un país tan pequeño como Bolivia puede rechazar una imposición política de Estados Unidos en una posición que antes era tan dependiente y rehacer una política sin excluir al resto de la comunidad internacional".

La experta explicó que Bolivia rompió "con un sistema impuesto por EE.UU. hace más de 25 años" que implicaba "un desarrollo alternativo amarrado de la mano con la erradicación forzosa previa" sin apoyo popular, pues la hoja de coca en Bolivia no es sólo la materia prima de la cocaína, sino algo sagrado.

Por eso, relató, en 2004 el Gobierno de Carlos Mesa (2003-2005) acordó con la sociedad civil autorizar a los cocaleros la siembra de un "cato de coca", una medida equivalente a 1.600 metros cuadrados, y el pago de un sueldo básico, lo que "ha reducido el conflicto y la violación de los derechos humanos en un 99 %", agregó Lendebur.

Además, el productor de coca está involucrado en la planificación de estrategias de control de cultivo para restringir la siembra voluntariamente y por consenso, lo que además acarrea "una diversificación de ingresos" y una economía menos dependiente de ese producto.

El presidente Evo Morales, que asumió en 2006, siguió esta tendencia de soberanía en las políticas relacionadas con el control de estupefacientes al expulsar a la agencia estadounidense antidrogas DEA en 2008 y este año a la agencia de cooperación internacional de Estados Unidos (Usaid), todavía en proceso.

Ledebur expresó su rechazo a la actual política antidrogas mundial ante un millar de representantes de la sociedad civil colombiana presentes en el foro de la ONU, en el que hoy trabajaron distribuidos en mesas y del que mañana sacarán sus conclusiones para enviarlas como aportes a la mesa de conversaciones de La Habana.

Este encuentro tendrá una segunda parte entre los próximos 1 y 3 de octubre en San José del Guaviare, una zona emblemática de cultivos de coca.

La solución al problema de los cultivos ilícitos en Colombia es el cuarto punto de la agenda prevista por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno para terminar el conflicto armado de medio siglo.

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