Para expresidente Cardoso, el gobierno brasileño es un "pontón precario"

El expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) comparó al gobierno conservador de Michel Temer con un "pontón precario", aunque lo instó a realizar las reformas necesarias para que Brasil llegue en las mejores condiciones posibles a las elecciones de 2018.

"Defino al actual gobierno como un pontón, algo precario, pequeño; pero si se rompe, uno se cae al río y es mejor llegar al otro lado. Y el otro lado es la elección de 2018", dijo Cardoso, de 85 años, en una entrevista publicada el domingo por el Correio Braziliense, de Brasilia.

Temer asumió de forma provisoria en mayo y fue confirmado en el cargo el 31 de agosto, tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), acusada de manipular las cuentas públicas.

El nuevo mandatario, del partido de centro-derecha PMDB, trata de acelerar una agenda de duros recortes fiscales; pero según Cardoso, del socialdemócrata PSDB (que forma parte del gobierno), adolece de una política de comunicación eficaz y avanza a un ritmo que le parece lento.

"Mi mayor preocupación es esta: ¿tendrá el gobierno la capacidad de definir el camino de la economía? Creo que están empezando a definir caminos", afirmó.

"Tenemos que tomar medidas drásticas e impopulares", recordó, mencionando entre ellas la reforma del régimen de jubilaciones.

"Brasil enfrenta una tremenda crisis fiscal. Mire que yo ya me las he visto con problemazos, pero de este tamaño, nunca. El gobierno Temer ya ha definido el camino, pero la gente no lo sabe. Tiene que explicar, hablar", subrayó.

A la recesión económica y la crisis política se suma desde 2014 el escándalo de pago de sobornos por parte de empresas de la construcción a políticos, para ganar licitaciones en la estatal Petrobras. Un caso que ya llevó tras las rejas a encumbrados empresarios y tiene en la mirilla de la justicia a numerosos dirigentes de casi todo el arco político.

"El corporativismo, el clientelismo y la corrupción" son, según Cardoso, "los grandes problemas" de Brasil.

"Nunca he visto semejante parálisis económica durante tanto tiempo en Brasil, una falta de esperanza tan grande. Y eso produce efectos, junto a la parálisis de las instituciones y la crisis moral", constató.

El exmandatario, que lanzó el Plan Real que puso fin a la hiperinflación en los años 90 y que ya desde el retiro preconizó la modificación del enfoque puramente represivo contra el consumo de drogas, advierte sobre el riesgo de una derechización extrema de la sociedad.

"En Brasil hay en este momento una ola de derecha, y yo estoy en contra. una cosa es estar contra los desvíos del PT y otra apoyar la ola de derecha", explicó.

"No hay que entrar en esa ola de derecha. Desde el punto de vista de las costumbres, eso es algo delicado. La estructura misma de la familia ha cambiado. Una familia de hoy es algo muy diferente de lo que era antes", elaboró.

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