Berlín, 6 sep.- El antiguo presidente del ultraderechista Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD), Udo Voigt, rechazó hoy ante el Tribunal Territorial de Berlín la acusación de instigación al odio racial.
"Me declaro inocente de lo que se me acusa", dijo Voigt, de 60 años, acusado por la Fiscalía de haber enaltecido a los soldados del ejército nazi y de las SS durante una sesión parlamentaria del distrito berlinés de Treptow-Köpenick el 25 de marzo de 2010.
Representantes de otros partidos habían expresado "gran indignación" por el discurso pronunciado por Voigt en el marco de los preparativos de un evento con motivo del 65 aniversario de la liberación de Alemania del yugo nacionalsocialista.
"Su discurso me pareció inaceptable", declaró durante el juicio el político socialdemócrata Siegfried Stock, quien presidía la sesión cuando se produjeron los hechos.
El miembro de La Izquierda Hans Erxleben, de 66 años y quien presentó la denuncia, habló de "provocación deliberada".
Por otra parte, el acusado rechazó prestar declaración sobre la difusión de un vídeo propagandístico de contenido xenófobo en internet.
Las imágenes estuvieron accesibles al público entre el 15 de agosto y el 1 de septiembre de 2011 en la página web del NPD durante la campaña para las parlamentarias de Berlín.
Según la acusación, en este vídeo se atribuye a los extranjeros "una tendencia colectiva y característica a delinquir" y se exige poner fin a la inmigración.
El NPD, con escaños en las cámaras de los estados de Sajonia y Mecklemburgo Antepomerania (este), ha perdido en los últimos años un tercio de su militancia y cuenta actualmente con unos 6.900 afiliados.
Para tratar de paliar esa situación y cerrar filas se fusionó a principio del año pasado con la Unión del Pueblo Alemán (DVU), partido algo más moderado dentro del ámbito de la ultraderecha.
Ninguna de estas formaciones obtuvo nunca escaños en la Cámara baja del Parlamento federal (Bundestag) por no haber alcanzado el mínimo del 5 % de votos necesarios para acceder al hemiciclo.
El descubrimiento a finales del año pasado de la célula terrorista neonazi "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU), responsable del asesinato de nueve extranjeros y una policía entre 2000 y 2007, reabrió el debate en Alemania acerca de la necesidad de impulsar un nuevo proceso para la prohibición del NPD.
El Tribunal Constitucional ya había rechazado en 2003 por razones formales una solicitud de prohibición de la formación neonazi presentada por el Gobierno federal, el Bundestag y el Bundesrat (Cámara alta).
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