Expresidente Sanguinetti admite deterioro de clima entre Argentina y Uruguay

  • El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti admitió hoy que el último roce político entre Montevideo y Buenos Aires "alteró el clima" bilateral y criticó a Argentina por obstaculizar el desarrollo de Mercosur.

Buenos Aires, 9 abr.- El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti admitió hoy que el último roce político entre Montevideo y Buenos Aires "alteró el clima" bilateral y criticó a Argentina por obstaculizar el desarrollo de Mercosur.

Sanguinetti, de visita en Buenos Aires para participar en una conferencia, se refirió, en una entrevista con Efe, al último desencuentro entre Uruguay y Argentina por unas polémicas declaraciones del mandatario uruguayo, José Mujica, sobre la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner.

Según Sanguinetti, "la sintonía política no existió para nada entre el kirchnerismo y los gobiernos del Frente Amplio uruguayo".

Recordó que Kirchner (2003-2007) y el uruguayo Tabaré Vázquez (2005-2010) "prácticamente no se saludaban y llegaron a una situación de rompimiento" a raíz del conflicto por la planta de pasta celulosa de la finesa Botnia.

José Mujica "intentó cambiar la relación" con el gobierno de Cristina Fernández "pero no tuvo mayores resultados positivos", opinó Sanguinetti, del Partido Colorado.

Las relaciones bilaterales se enfriaron la semana pasada tras un comentario de Mujica en el que señaló: "esta vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político. Esta es terca", en supuesta alusión a Fernández y Kirchner.

La Cancillería argentina lamentó en un comunicado "profundamente" esas expresiones del mandatario uruguayo, que consideró "inaceptables" y "denigrantes".

Sanguinetti consideró que lo ocurrido constituye una "episodio lamentable" que "sin ninguna duda altera el clima".

"Siempre la relación afectuosa y de confianza recíproca es un buen camino para resolver temas. Un clima de este tipo naturalmente dificultan las cosas", reconoció.

El ex presidente se refirió a Argentina para criticar su papel en el Mercosur por considerar que es el país que ha puesto mayores obstáculos al desarrollo del bloque regional por su estrategia "comercial y política".

A su juicio, "el Mercosur está hoy totalmente disminuido porque la coordinación macroeconómica no se ha podido lograr, tampoco se respetan los fallos y ni siquiera hay real libertad de comercio".

Tras ocho años de avances, "se empezó a estancar y ahora hace cuatro o cinco años que no logra avanzar", debido a "la falta de voluntad para el cumplimiento del Tratado de Asunción, particularismos egoístas que dificultan el comercio y falta de espíritu de sociedad para aceptar la institucionalidad y los fallos de los tribunales del bloque", opinó.

"El Mercosur ha cometido graves errores, como fue, a mi juicio, el alejamiento de Paraguay cuando en ese país había ocurrido un proceso dentro de la democracia de la caída del presidente Fernando Lugo. También fue un error, en contra de los principios y sistemas del Tratado de Asunción, la incorporación de Venezuela", sostuvo.

Para el exmandatario uruguayo, "Paraguay tendrá que necesariamente volver, habrá elecciones en ese país y ya no quedará ningún pretexto" para mantener a esa nación suspendida de su participación en el bloque, integrado además por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela.

"Con Venezuela, vamos a ver qué depara el futuro. No creo que Venezuela mantenga el peso y la visibilidad que tenía con el presidente Hugo Chávez", consideró.

"Por un lado, porque la democracia de chequera va a tener restricciones. La propia economía no le permitirá a Venezuela actuar como lo hacía Chávez, llegando a los países a salvar a empresas fundidas o a fundar escuelas. Por otra parte los liderazgos no son iguales. No es lo mismo Chávez que Nicolás Maduro", añadió.

"En un mundo global es evidente que tenemos que lograr caminos de apertura", señaló quien gobernara Uruguay entre 1985 y 1999 y 1995 y 2000.

Según Sanguinetti, el Mercosur "tiene que sincerarse y enfrentar estos temas" o, "de lo contrario, tendrá que reducir su ambición, dejar que un mercado común real sea el horizonte, limitarse a ser una zona de libre comercio y darle más libertad de acción a los socios".

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