Exsenadora argentina declara que le ofrecieron dinero para votar por una ley

  • Una exsenadora argentina declaró hoy ante el tribunal que juzga al expresidente Fernando de la Rúa por el presunto pago de sobornos a senadores para probar una reforma laboral en 2000 que le ofrecieron dinero para votar a favor de otra ley.

Buenos Aires, 20 sep.- Una exsenadora argentina declaró hoy ante el tribunal que juzga al expresidente Fernando de la Rúa por el presunto pago de sobornos a senadores para probar una reforma laboral en 2000 que le ofrecieron dinero para votar a favor de otra ley.

La exsenadora Silvia Sapag declaró que quien le hizo un ofrecimiento de dinero para votar a favor de un proyecto de ley para el sector de los hidrocarburos, también en 2000, fue el entonces senador peronista Emilio Cantarero.

"Un día se apareció Cantarero en mi oficina. Estuvo dos horas. El objetivo de él fue decir que había mucho dinero para sancionar la ley favorable a las empresas", afirmó la exlegisladora ante el tribunal que somete a juicio a De la Rúa y a otros siete exfuncionarios y exsenadores.

Tras recibir ese ofrecimiento, Sapag hizo la denuncia ante la Justicia, que finalmente sobreseyó la causa, y el proyecto de ley de hidrocarburos nunca llegó a debatirse en el Senado.

Cantarero fue investigado por el caso del pago de presunto pago de sobornos para la aprobación de la reforma laboral, pero finalmente quedó apartado de este juicio por razones de salud.

Sapag declaró que apenas comenzó a hablarse del pago de sobornos para aprobar la reforma laboral, le pidió a otro senador peronista, Antonio Cafiero, "que revelara los nombres de los cinco senadores de su bloque que él decía saber que habían cobrado" dinero.

"Pero Cafiero dijo que no tenía pruebas para acusar a nadie", añadió la exsenadora, del partido Movimiento Popular Neuquino.

Por otra parte, Sapag declaró que luego de su denuncia judicial por el intento de sobornos para aprobar la ley de hidrocarburos, el senador peronista Ricardo Branda -uno de los acusados en el juicio por los presuntos sobornos para aprobar la reforma laboral- le hostigó.

"En una sesión se paró al lado de mi banca y me colocó los genitales a la altura de mi cara, tomándoselos con la mano, mientras sus amigos lo festejaban", dijo la exsenadora.

"Me decían procacidades todo el tiempo, que era liviana, y todo por mi denuncia, porque se suponía que yo, que integro una familia de senadores y políticos, debía estar familiarizada con esos procedimientos", afirmó Sapag.

En tanto, hoy también declaró ante el tribunal oral Rodolfo Terragno, exjefe de Gabinete del Gobierno de De la Rúa.

Terragno dijo que en 2000 se negó a firmar un aumento de presupuesto para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE, servicios secretos), de donde se sospecha salió el dinero para los presuntos sobornos, pues el presidente le pidió que el decreto fuera secreto.

Si es encontrado culpable, De la Rúa, que renunció a su cargo en diciembre de 2001 en medio de un estallido social y una severa crisis económica, puede recibir una pena de hasta seis años de prisión, al igual que los otros acusados.

El proceso, que se inició el pasado 14 de agosto, es el segundo juicio contra un exmandatario constitucional argentino desde la última dictadura, tras el proceso a Carlos Menem (1989-1999) por el presunto contrabando de armas a Croacia y Ecuador, en el que fue absuelto.

Junto a De la Rúa, del partido Unión Cívica Radical, están sentados en el banquillo de los acusados los exsenadores peronistas Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Constanzo y Ricardo Branda.

También son sometidos a juicio el extitular de la SIDE Fernando de Santibáñez, el exministro de Trabajo Alberto Flamarique y el exsecretario parlamentario Mario Pontaquarto, quien confesó haber llevado él mismo el dinero para los sobornos, salido de la SIDE, según sus declaraciones.

Se prevé que el juicio oral se prolongue entre seis y ocho meses y que atestigüen ante el tribunal unas 340 personas.

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