Declara por los encargos a Cenyt

Fainé se desvincula de Villarejo ante el juez y atribuye la contratación a Repsol

El expresidente de CaixaBank ha declarado una hora en la Audiencia Nacional tras su imputación en la causa por el espionaje a Del Rivero en 2011.

Isidro Fainé
Isidro Fainé a su salida de la Audiencia Nacional tras declarar por el caso Villarejo.
Agencia EFE

Isidro Fainé ni conocía a José Manuel Villarejo ni tuvo nada que ver con la contratación del comisario jubilado para espiar los movimientos de Sacyr. Así lo ha explicado el que fuera presidente de CaixaBank en su declaración ante el magistrado Manuel García Castellón tras su imputación en el caso Tándem. El banquero, que no ha atendido a la prensa ni a su llegada ni a la salida de la Audiencia Nacional, ha comparecido aproximadamente una hora para responder acerca del grado de implicación que tuvo en el encargo a las empresas del comisario jubilado en el año 2011 en plena operación de Sacyr para acceder al poder de Repsol.

El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa estaba citado a declarar a las 10.00 de la mañana, una hora antes que Antonio Brufau. El magistrado acordó sus imputaciones junto con las de otros directivos de ambos entes tras escuchar en sede judicial a los jefes de seguridad de la entidad y Repsol, señalados como los responsables de la contratación con el Grupo Cenyt. Los investigadores sostienen que sus testimonios en sede judicial junto con el compliance de Repsol y los audios que obran en la causa constituyen indicios importantes que les implicarían en este encargo que se gestó en el año 2011. Si embargo, Fainé ha negado que participara ni en la contratación de Villarejo ni mucho menos que supiera que era un policía en activo entonces. 

El proyecto -que se bautizó con el nombre de proyecto 'Wine'- tenía como objetivo controlar de cerca los movimientos de Luis del Rivero ante la acción sindicada que preparaba con la mexicana Pemex para hacerse con un tercio de las acciones de Repsol. Los audios relativos a un encuentro que mantuvo Villarejo con el jefe de seguridad de Repsol, Rafael Araujo, y su homólogo en Caixa, Miguel Ángel Fernández Rancaño, apuntaban a que ambos directivos habían hecho un "frente común" contra Sacyr para proteger los intereses de la petrolera. Al respecto, en su declaración el pasado mes de diciembre, Rancaño apuntó que despachó de este y otros asuntos con Fainé por orden de su entonces jefe Antonio Massanell, el cual declaró ante el juez el pasado miércoles.  

Masanell, que entonces era director general de medios de la entidad, negó esta declaración y dijo que la contratación con Cenyt la negoció directamente Repsol. Un extremo que ha confirmado Fainé este viernes, de acuerdo con fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por La Información. Según expuso el directivo este miércoles, desde la petrolera se les dijo el proveedor que se iba a contratar para este servicio de inteligencia por el que se pagaron poco más de 400.00 euros. Al respecto tanto Massanell como el que fuera director de servicios patrimoniales de Repsol, Juan Amunátegui, confirmaron que validaron dos de las facturas del entramado de Villarejo pero descartaron irregularidades en el proceso. Los agentes de Asuntos Internos identificaron una serie de pagos que se ordenaron desde Repsol y Caixa al entramado del comisario jubilado. 

Las agendas de Villarejo

En el auto en el que se acordó la última tanda de imputaciones, el magistrado también requirió a Asuntos Internos que analizara las agendas del policía en relación a sus anotaciones sobre Fainé. El comisario recogió en sus libretas anotaciones sobre sus citas con políticos, empresarios, banqueros así como detalles concretos de todos los encargos que gestionó desde su entramado. Entre esos nombres aparece el del expresidente de Caixa en relación a una posible cita con el banquero que desde su entorno siempre se ha negado. Al respecto Fainé ha apuntado en esta dirección ante los investigadores asegurando que no conocía de nada a Villarejo. Sí ha confirmado que, en sus despachos con Brufau, éste le informó de la amenaza que suponía la acción de Sacyr y que tenían que ir de la mano en este asunto el cual se gestionó y trató desde los respectivos departamentos de seguridad de los dos entes. 

Al respecto ha reconocido la preocupación que existía no solo en Repsol sino en Caixa teniendo en cuenta que entonces era su máximo accionista y que la estrategia de Sacyr y Pemex ponía en riesgo el negocio de la petrolera. Ahora bien, ha negado que tratara de esta cuestión con su jefe de seguridad, tal y como defendió el propio Fernández Rancaño en sede judicial. Las fuentes consultadas explican que Fainé ha relatado que en sus encuentros hablaban de asuntos como robos y cuestiones ligadas a la seguridad del banco pero que nunca le trasladó detalles concretos acerca de este encargo que gestionó el comisario jubilado. "La información que me facilitó sobre este asunto fue de muy escaso interés, y nunca me entregó informes ni documentos ni me habló de conversaciones o información personal sobre el señor Del Rivero", ha precisado este viernes. 

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