Falciani fue 'intocable' hasta marzo y dio charlas en universidades o congresos

  • El exinformático del HSBC de Ginebra reside en España donde circuló libremente pese a la orden de arresto suiza vigente desde el 3 de mayo de 2017
Rechazan la extradición a Suiza de Falciani
Rechazan la extradición a Suiza de Falciani

Una vida tranquila. Con total libertad de movimientos. Con residencia fija en España pero con frecuentes viajes al extranjero, muchos de ellos a Francia, su país de origen, por motivos de trabajo o para visitar a la familia. Tras meses de estricta protección policial y de colaboración con la Fiscalía Anticorrupción, a la que cedió parte de sus datos y ayudó a descifrarlos para perseguir a cientos de presuntos defraudadores españoles, entre ellos la familia Botín, Hervé Falciani se movía sin ninguna restricción por el país. Pese a su condena en ausencia por la Justicia suiza, el informático francoitaliano era 'intocable'. Asistió a congresos y dio conferencias en Madrid, en Granada, en Valencia... Hasta que el pasado miércoles fue detenido en Madrid cuando iba a asisitir a otra más, esta vez en la Universidad Pontificia de Comillas.

El arresto a petición de Suiza y su posterior puesta en libertad -aunque confinado en la localidad donde se encuentra su domicilio- ha causado sorpresa por su coincidencia con la huída a ese país de la exdiputada de la CUP Anna Gabriel y la secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya Marta Rovira, ambas procesadas en la causa que instruye el Supremo por el proceso independentista. Los pasados 17 y 18 de marzo también estuvo en Ginebra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, adónde viajó desde Bruselas para asistir a un festival de cine y dar varias entrevistas a medios locales.

Tras la detención de Falciani, Interior envió a todos los medios un comunicado en el que aseguraba que la orden contra Falciani fue activada por Berna el pasado 19 de marzo, lo que fue tajantemente desmentido por el Ministerio de Justicia helvético el pasado jueves: la nueva orden de detención, que reemplaza a la que estaba vigente desde 2009, se incluyó en el Sistema de Información Schengen (SIS) el 3 de mayo de 2017. Pese a ello, España le ha detenido solo 11 meses después. Se trata de una persona con domicilio en territorio nacional y cuyas actividades y apariciones públicas en simposios y seminarios se anunciaban previamente . Además, había estado protegido por la policía durante meses por sus revelaciones sobre narcotraficantes y terroristas.

El mismo día en que Suiza renovó su orden de busca y captura en base a su condena se supo que el juez José de la Mata había llamado a todos los integrantes de la cúpula del HSBC a declarar como investigados en el caso contra el banco que instruye el titular del Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional. Ese mismo día Falciani hizo declaraciones a varios medios, entre ellos la Cadena Ser, felicitándose una decisión judicial que difícilmente hubiera sido posible sin sus revelaciones: “La decisión judicial es el hito más importante contra la banca offshore”, dijo.

Seis meses después, el exinformático del HSBC siguió con total normalidad con su agenda de conferencias y mesas redondas en distintos simposios sobre evasión de capitales y blanqueo. Esta vez fue en la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada, donde el 28 de noviembre de 2017 pronunció la conferencia titulada ‘El mundo de los intermediarios’. El acto, abierto a todos, se anunció públicamente una semana antes de su celebración, pero ningún policía acudió al campus a detener al delator de evasores pese a que la orden de detención de Suiza estaba plenamente vigente.

Actos públicos y con presencia de ministros

Esa misma semana, el reclamado por las autoridades helvéticas estaba en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, donde participó en las jornadas #NoMasCorrupcion organizadas por el periódico elplural.com. El informático propuso en ese acto la creación de una “oficina de inteligencia económica”, una especie de “CNI económico” para luchar contra el fraude. Tampoco en esa ocasión la policía lo detuvo pese a la vigencia de la orden europea de detención que Suiza había renovado el 3 de mayo anterior.

Pero, probablemente, el acto público de mayor relevancia en el que Falciani ha participado últimamente se produjo a solo dos semanas de que fuera nuevamente detenido. El pasado 16 de marzo participó en el Congreso Mundial de Investigación, Seguridad y Compliance, organizado por la Asociación Nacional de Agencias de Detectives Privados de España (ANADPE). Ese encuentro fue inaugurado por el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido y clausurado por el de Justicia, Rafael Catalá. Horas antes de que este lo cerrara, Falciani impartió su conferencia ‘Controles y Compliance’. En ese acto participaron altos cargos de la Policía y la Guardia Civil así como magistrados de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo.

No pudo dar su última conferencia

El pasado miércoles, a las seis y media de la tarde estaba previsto que acudiera a la sede de la Universidad Pontificia de Comillas, en la calle Alberto Aguilera de Madrid, para participar en el coloquio ‘Cuando decir la verdad es heroico sacando a la luz las guaridas fiscales’, junto a varios periodistas y el secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) José María Mollinedo. Pero el mismo cuerpo que hasta hace unos años estaba encargado de garantizar su seguridad, la Policía Nacional, lo detuvo cuando se disponía a entrar en el edificio.

Falciani colaboró durante meses con la Fiscalía Anticorrupción, a la que facilitó todos los datos sobre presuntos defraudadores españoles y sobre la propia mecánica del HSBC y otros bancos suizos que pudo recabar durante el período que trabajó en su sede de Ginebra. Gracias a sus revelaciones, más de 600 evasores españoles tuvieron que regularizar su situación o afrontar causas por delitos fiscales. Solo los Botín, que aparecieron en su lista, tuvieron que abonar a Hacienda 200 millones de euros. Y su banco, el Santander, está inmerso en un proceso por las cuentas de corresponsalía que permitían a los titulares de cuentas en Suiza gestionar sus fondos evadidos sin tener que salir de España.

La fiscalía a la que ayudó, pide ahora prisión

Esa fiscalía a la que tanto ayudó, ante una nueva reclamación de Suiza por los mismos delitos, optó por reclamar para él la prisión incondicional el pasado jueves. En 2013, durante el anterior proceso de extradición, ese organismo argumentó que Falciani no solo no debió guardar secreto sobre los datos a los que tenía acceso, sino que, como trabajador de banca, estaba obligado a denunciarlos, según la legislación española. La fiscal que llevó el caso entonces fue Dolores Delgado. Esta vez, sin embargo, fue el actual ‘número dos’ del Ministerio Público en la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, el encargado. El juez Diego de Egea rechazó su petición y lo puso en libertad, aunque con severas medidas cautelares.

Fuentes de la Audiencia Nacional no salen de su asombro con la nueva detención. Consideran, como su defensa, que el caso es “cosa juzgada” y que no se puede juzgar dos veces una cuestión que ya ha sido zanjada hace cinco años. Esas mismas fuentes encuadran el arresto en la nueva situación provocada por el caso del ‘procés’ y la huida de Marta Rovira, procesada por rebelión, un delito de hasta 25 años de cárcel. “El Gobierno no ha querido cumplir la orden de arresto suiza hasta que se ha encontrado con que procesados por la declaración de independencia se han fugado a Ginebra”, dice una de esas fuentes. Sin embargo, ninguno de los consultados cree que la extradición que ahora se vuelve a reclamar vaya a prosperar.

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