Familiares de víctimas del Yak-42 siguen reclamando justicia 11 años después

  • Familiares de los 62 militares que perdieron la vida hace once años en el accidente del Yak-42 en Turquía han reivindicado hoy justicia y que se sepa de una vez la verdad, en un homenaje celebrado en Zaragoza con velas rojas y flores, la lectura de un manifiesto y un minuto de silencio.

Zaragoza, 26 may.- Familiares de los 62 militares que perdieron la vida hace once años en el accidente del Yak-42 en Turquía han reivindicado hoy justicia y que se sepa de una vez la verdad, en un homenaje celebrado en Zaragoza con velas rojas y flores, la lectura de un manifiesto y un minuto de silencio.

Ante el Monumento a las víctimas del Yak-42, ubicado en el Paseo de la Constitución de la capital aragonesa, la hermana de uno de los militares fallecidos, Granada Ripollés, ha reclamado "justicia, justicia", porque se ha "maltratado" a los familiares y no se ha querido saber la verdad y ha lamentado la "lentitud" judicial que no se merecen los familiares ni los fallecidos.

Ripollés, secretaria de la Asociación de Familias Víctimas del Accidente del Yak-42, el 26 de mayo de 2003, en Trebisonda (Turquía), ha señalado a los medios de comunicación antes del homenaje que están pendientes de que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo decida si se reabre o no la causa penal, que se ha archivado en España.

"Han pasado once años y parece que estamos en el primer día, en el 26 de mayo de 2003. Nuestro duelo no ha terminado todavía y no terminará hasta que se resuelvan las causas que están en Estrasburgo", ha agregado.

También se ha referido a la causa civil contra la contratista alemana del vuelo, Chapman Freeborn, para señalar que están pendientes de que abonen las indemnizaciones pendientes, aunque no saben cuándo será, y ha pedido que se aclare a dónde han ido a parar los 140.000 dólares que se pagaron por el avión, ya que la compañía sólo recibió 40.000, y el dinero de los seguros.

Y como cada año, decenas de familiares de los 62 militares fallecidos han encendido velas rojas, una por cada víctima, y han colocado un centro de flores y ramos, han leído un manifiesto y guardado un minuto de silencio, ante un monumento con los nombres de los fallecidos levantado por el Ayuntamiento de Zaragoza.

Un homenaje al que ha asistido el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, y que se hace también en otras ciudades como Burgos y en el lugar del suceso, ha agregado Ripollés, quien ha subrayado que no cree que el Ministerio de Defensa se haya acordado hoy del Yak-42 o no ha querido acordarse.

El presidente de la asociación, Miguel Ángel Sencianes, quien ha leído el manifiesto, ha informado de que impulsarán una red de asociaciones en España para que las familias con víctimas tengan donde acudir, como las del metro de Valencia, las del tren de Galicia, la del periodista Couso o las del Spanair.

Antes de que sus familiares murieran, al estrellarse el avión en el que volvían de una misión internacional de cuatro meses en Afganistán, "creíamos que vivíamos en un país que protegía los derechos fundamentales de las personas y que la defensa de la vida era uno de los valores más importantes" y que "nuestros políticos no nos mentían", ha leído Sencianes.

Pero, ha destacado, tuvieron que pasar dos años para recuperar los cadáveres de decenas de ellos, a veces ni siquiera las cenizas, y sin que los responsables lo reconocieran ni les haya pedido perdón nunca.

"Hubo impunidad completa", ha agregado en referencia al indulto concedido a dos condenados por falsear las identificaciones de 30 de los 62 militares, y ha finalizado diciendo que "seguirán luchando por ellos, por su memoria y por una sociedad mejor", entre los aplausos de los asistentes, quienes han guardado un minuto de silencio.

Por su parte, Belloch ha recordado que, además del monumento, el Ayuntamiento de Zaragoza ha declarado a las 62 víctimas mortales, de los que 17 eran zaragozanos, hijos predilectos y adoptivos, para mostrar "no sólo solidaridad, sino afecto y cariño".

En su opinión, la preocupación de los familiares no es el cobro de indemnizaciones sino que se sepa la verdad y que a nadie le suceda el tener que pasar "once años de tortura judicial para intentar algo tan elemental como es saber la verdad de lo que ocurrió".

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