Congregados en una pequeña oficina del Tribunal de Asuntos Ferroviarios de la capital china, encargado del caso del MH370, los allegados, algunos de ellos en llanto, entregaron a los funcionarios los documentos requeridos, comprobó la AFP.
El vuelo MH370 que iba de Kuala Lumpur a Pekín con 239 personas a bordo, entre ellas 153 chinos, desapareció el 8 de marzo de 2014, oficialmente después de haber caído en medio del océano Índico. El caso es hasta el día de hoy el mayor misterio de la historia de la aeronáutica moderna.
La legislación internacional da dos años a las familias para presentar demandas en caso de accidente aéreo.
Pero las familias chinas estaban "profundamente desgarradas" en cuanto a la decisión de recurrir ante la justicia, declaró el abogado Zhang Qihuai, del bufete Lanpeng, que representa a los demandantes de este lunes.
Porque incluso después de interponer la demanda, muchos allegados de desaparecidos chinos siguen convencidos de que sus parientes están todavía vivos, quizás retenidos por la fuerza en algún lugar, y eso a pesar de que una pieza del avión fue hallada en la isla francesa de La Reunión y otros posibles restos aparecieron en Mozambique.
"Piensan que si aceptan las indemnizaciones, la compañía aérea puede rechazar cualquier responsabilidad posterior y lavarse las manos de lo que ocurrió, y que el público espontáneamente lo olvidará todo", explicó Zhang.
Las indemnizaciones pedidas oscilan entre 5 y 8 millones de yuanes (770.000 a 1.230.000 dólares) por víctima, precisó, dependiendo de sus edades y niveles de ingresos.
"En un principio, muchos no querían presentar una querella y preferían seguir esperando. Pero hay un límite de tiempo, por lo que ya no tienen otra opción. Perder el derecho a interponer una demanda sería un dolor terrible".
Varios bufetes de abogados estadounidenses, malasios, australianos y chinos declararon a la AFP que empezaron a entablar acciones judiciales en nombre de allegados de desaparecidos.
Australia dirige las investigaciones en el sur del Índico, en las profundidades de una zona de 120.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie de Nicaragua.
Pero los esfuerzos por localizar los restos del avión han sido hasta ahora infructuosos, y a falta de nuevas pistas las autoridades tienen previsto concluir sus operaciones a mediados de año.
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