Familias de todo el mundo buscan resolver los secuestros de Corea del Norte

  • Ciudadanos de medio mundo han sido secuestrados durante décadas por el régimen norcoreano y sus familias luchan unidas para conseguir que sus respectivos Gobiernos presionen conjuntamente a Pyongyang para que los libere.

Andrés Sánchez Braun

Tokio, 4 mar.- Ciudadanos de medio mundo han sido secuestrados durante décadas por el régimen norcoreano y sus familias luchan unidas para conseguir que sus respectivos Gobiernos presionen conjuntamente a Pyongyang para que los libere.

Se considera evidente que personas de Corea del Sur, Japón, Tailandia, Líbano, Rumanía o China han sido raptadas por Corea del Norte y se cree que en la lista también puede haber franceses, italianos, jordanos, malasios o singapurenses.

En 2007 se puso en marcha la Coalición Internacional para la Resolución de los Secuestros de Corea del Norte (ICRNKA), formada por familias de los secuestrados de varios países, que se han reunido esta semana en Tokio.

Su presidente, el japonés Shigeo Iizuka, ha destacado hoy en un encuentro con la prensa internacional la importancia del reciente informe de la ONU sobre Derechos Humanos en el país asiático, que se hace eco de los secuestros.

Los países con más denuncias de familiares son Corea del Sur, donde se estima que Pyongyang se llevó a unos 83.000 de sus ciudadanos durante la Guerra de Corea y a unos 500 tras el alto el fuego, y Japón, donde se han notificado un centenar de casos pese a que la cancillería nipona solo ha podido confirmar 17 hasta ahora.

Precisamente, la hermana de Iizuka, la japonesa Yaeko Taguchi, desapareció sin dejar rastro en junio de 1978 a los 22 años.

No hubo pistas de su paradero hasta una década después, cuando Kim Hyon-hui, espía norcoreana que hizo estallar el vuelo 885 de Korean Air en 1987 con sus 115 pasajeros a bordo, confesó tras su detención haber tenido una profesora de japonés -Kim viajaba con pasaporte nipón falso- que coincidía con la descripción de Taguchi.

Su testimonio fue en ese momento la primera prueba consistente de que el régimen de los Kim no solo tenía en el punto de mira a los vecinos surcoreanos y que había apresado también a ciudadanos de otros países para ayudar a formar a sus espías o para emparejarlos con otros extranjeros retenidos en el hermético país.

Este fue justamente el caso de Anocha Panjoy, una mujer tailandesa que tenía 23 años cuando se esfumó de Macao en mayo de 1978.

Tal y como recordó hoy en Tokio su sobrino, Banjong Panjoy, conocer su paradero llevó aún más tiempo que en el caso de Taguchi.

Fue Charles Robert Jenkins, exsoldado de EEUU que desertó a Corea del Norte en los sesenta, el que le confirmó en 2006, tras ser liberado por el régimen norcoreano, que la mujer había sido vecina suya en Pyongyang.

Según contó Jenkins, poco después de su secuestro, Panjoy contrajo matrimonio con Larry Allen Abshier, otro militar estadounidense que había decidido cruzar la frontera entre las dos Coreas.

Tanto Panjoy o Iizuka confían en que ambas mujeres están aún vivas, pese a que Pyongyang dijo que Taguchi se mató en 1986 en un accidente de tráfico y ni siquiera ha admitido haber secuestrado a la mujer tailandesa.

Es por ello que el presidente de ICRNKA consideró hoy que estos simposios de familiares e informes como el de la ONU hacen "cada vez más difícil" que Corea del Norte -que solo ha reconocido oficialmente un puñado de secuestros de ciudadanos japoneses- pueda seguir negando estas acciones y repatríe a sus seres queridos.

Esa es una tarea en la que el surcoreano Kim Su-ho, también miembro de ICRNKA, lleva enfrascado toda su vida, ya que su padre fue raptado por agentes norcoreanos en Seúl poco después del arranque de la Guerra de Corea (1950-1953).

"Queremos que Corea del Norte reconozca lo que ha hecho, pida perdón y los devuelva", explicó.

En su caso, las esperanzas de que su padre siga vivo son escasas, por lo que Kim quiere al menos tener el consuelo de que le sean retornados los restos de su progenitor para así poder enterrarlos dignamente.

Mostrar comentarios