Felipe VI pide cortar de raíz la corrupción y reforzar los afectos con Cataluña

    • En su primer discurso navideño como Rey, Felipe VI afrontó en primer lugar la lucha contra la corrupción, "un objetivo irrenunciable".
    • Apeló a los sentimientos de unidad de Catalanes y españoles: "Me duelen las fracturas emocionales entre familias o amigos".
Felipe VI cambia el escenario del mensaje de Navidad y pasa del despacho a una sala del Palacio de Zarzuela
Felipe VI cambia el escenario del mensaje de Navidad y pasa del despacho a una sala del Palacio de Zarzuela

Felipe VI inició su primer discurso navideño con un duro alegato contra el problema político del momento: la corrupción política. Ha dicho que es un "objetivo irrenunciable" luchar contra ella.En su discurso, el monarca ha exigido "cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción, para que se produzca "una profunda regeneración de nuestra vida colectiva".Para don Felipe, "pocos temas como éste suscitan una opinión tan unánime", por lo que es necesario "evitar que las conductas corruptas echen raíces en nuestra sociedad" y vuelvan a repetirse en el futuro.En lo que puede considerarse una alusión implícita a su hermana y su cuñado Iñaki Urdangarín, ha criticado varias actitudes corruptas, que "empañan el prestigio y la imagen de España en el mundo", como los tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública, y el aprovechamiento de los cargos para enriquecerse.Hay que recordar que este mismo lunes el juez José Castro decretó la apertura del juicio por el caso Urdangarín. Tanto la infanta como su marido tendrán que sentarse en el banquillo para responder de varios delitos vinculados a la corrupción.Índices de paro inaceptables

El segundo gran tema que ha abordado el Rey en su discurso ha sido la situación económica. Ha calificado de "inaceptables" los índices de desempleo que existen todavía en España, que "frustran las expectativas de nuestros jóvenes y de muchos más hombres y mujeres que llevan tiempo en el paro".Aunque ha reconocido que las magnitudes macroeconómicas están mejorando, y que son un motivo de esperanza futura, reconoce que "nuestra economía no ha sido capaz, todavía, de resolver de manera definitiva este desequilibrio fundamental".Por eso ha demandado unidad a los agentes sociales, a fin de poner la economía, "al servicio de las personas", muy especialmente de "las más desfavorecidas y vulnerables".Los afectos con Cataluña

El Rey también se ha referido explícitamente "a la situación que se vive actualmente en Cataluña".Apelando a la unidad "histórica y política" proclamada en la Constitución de 1978, y a las contribuciones de Cataluña al progreso económico de España, ha manifestado que "todos nos necesitamos". Para Felipe VI, "formamos parte de un tronco común del que somos complementarios los unos de los otros pero imprescindibles para el progreso de cada uno en particular y de todos en conjunto".Más allá de las relaciones de interdependencia económica entre las distintas comunidades españolas, el Rey ha hecho hincapié en las relaciones afectivas y sentimentales entre los ciudadanos.
"Millones de españoles llevan a Cataluña en el corazón. Como también para millones de catalanes los demás españoles forman parte de su propio ser", ha insistido. Es más: ha reconocido que le "duele y preocupa" las "fracturas emocionales y los desafectos" que pueden surgir entre familias amigos o ciudadanos"Nadie en España es adversario de nadie", ha sentenciado el monarca. "Lo que hace de España una nación con una fuerza única es la suma de nuestras diferencias", agregó.Ha pedido a los ciudadanos un "esfuerzo leal y sincero" para reencontrarnos en los "afectos mutuos y los sentimientos que compartimos". Para ello, ha pedido respetar la Constitución, como garantía de nuestra convivencia democrática.Ejemplo de seriedad y dignidadEl Rey también ha elogiado el "ejemplo de seriedad y dignidad" que España dio al mundo con la abdicación del Rey Juan Carlos y su posterior proclamación como Rey. Ha agradecido las numerosas muestras de cariño recibidas por la ciudadanía, que en su opinión reflejan la ilusión por el "inicio de una nueva época en nuestra historia".Felipe VI ha concluído su discurso recordando que, "aunque vivimos tiempos complejos y difíciles", somos una democracia consolidada que disfruta de una estabilidad política que nunca antes en su historia había tenido.Por eso, se ha despedido con un mensaje de esperanza para afrontar cuatro grandes retos: "Regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar nuestro Estado del Bienestar y preservar nuestra unidad desde la pluralidad".Su discurso concluyó con un "Feliz Navidad", pronunciado en castellano, catalán, vasco y gallego.

Sigue @martinalgarra//

Mostrar comentarios