Fernández Albor: Si no hay convivencia política, una democracia fracasa

  • Ana Martínez.

Ana Martínez.

Santiago de Compostela, 22 ene.- Xerardo Fernández Albor, político de 95 años que hace hoy 31 presentó como presidente el primer gobierno autonómico de Galicia, echa de menos un "mayor entendimiento entre los grandes partidos", así como más respeto, y recuerda: "si no hay convivencia política, una democracia fracasa".

El doctor Albor, así se refiere a sí mismo, un filósofo que igual habla de la guarnición de la empanada gallega -su plato preferido- que de su estreno en política con aquel ejecutivo que se formó el 22 de enero de 1982, receta como médico a la sociedad una mayor preocupación "por la política y la libertad" y a los grupos "entenderse, al menos en asuntos cruciales" para el país.

"Aunque el tiempo pasa, yo tengo juventud acumulada y sigo en la actividad". De aquel gabinete del que habla y que hoy está de aniversario, no todos sus integrantes están vivos.

"Yo estoy como si tuviese 40 ó 50 años, hecho un chaval", cuenta a Efe Albor, y declara lo orgulloso que se siente de haber presidido la Xunta: "para mi es un honor enorme el haber representado a mi pueblo y haber hecho todo lo posible por él. Aquello cambió mi vida, pasé de médico a político tardío".

Él pensaba siendo un niño que para ser político había que formarse en Derecho o Económicas, no en Medicina o Biología, entonces y ahora sus pasiones. "En aquella época también eras muy respetado si eras canónigo, pero en eso sí que nunca he pensado", ironiza.

Se levanta siempre a las ocho de la mañana, aunque está despierto desde dos horas antes, trabaja con afán porque "es un modo único de estar feliz" en las reuniones del Consejo Consultivo o en las actividades que programa la Fundación La Rosaleda -él fundó el complejo policlínico compostelano-, participa en las "ponencias y entrevistas" en las que se requiere su presencia, y lee, devora periódicos, "porque hay que informarse de lo que pasa en el mundo".

Que encabezase la lista de Alternativa Popular se fraguó en el último día, cuando estaban a punto de cerrar las listas. Su mujer Asunción Baltar Tojo, 'Chon', de la que está "enamoradísimo" al instante le dijo: "Es tu deber".

Su mentor fue el intelectual Ramón Piñeiro, que quería que el galleguismo fuese un sentimiento que habitase con holgura en todas las ideologías, en un momento en el que Albor era "más bien lo que se llama de derechas".

Gallego por nación, español por historia y europeo por cultura, es como se ve Fernández Albor, eurodiputado durante una década, de 1989 a 1999, y cuya mirada ahora está puesta en "los Estados Unidos de Europa", que "llegarán claramente".

Y también en la Comunidad gallega, que gobierna "un chico muy bueno, que habla con todo el mundo y se preocupa por la gente y por resolver sus problemas. Alberto (Núñez Feijóo) es espléndido, y, ojo, no es que solamente gane" las elecciones.

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