Fernández Díaz tacha de "incalificable atentado" la agresión sufrida por la presidenta de VOX en Cuenca

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha tachado de "incalificable atentado" la agresión sufrida este martes por la presidenta de VOX en Cuenca, Inma Sequí, en la puerta de su domicilio al grito de "fascista". Sequí tuvo que recibir atención hospitalaria por varias contusiones, entre ellas la rotura de pómulo.

Fernández Díaz ha expresado su "solidaridad" con Sequí, al tiempo que ha destacado el "máximo interés" de las autoridades para esclarecer los hechos. El ministro ha apuntado que la agresión es un ejemplo de "lo contrario que desea una sociedad democrática, plural y responsable" y que las autoridades están demostrando "su profesionalidad" para poder localizar y poner disposición judicial a quienes han cometido "este acto de agresión a esta persona por sus ideas políticas". En los pasillos del Congreso de los Diputados, el ministro ha aprovechado para trasladar su "deseo de un pronto restablecimiento".

También la presidenta del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha trasladado su "más enérgica repulsa" a la agresión sufrida por Sequí y ha condenado "con rotundidad" unos hechos que ha calificado de "denigrantes", según ha informado el PP en nota de prensa.

Todas las formacines han condenado la agresión sufrida por la dirigente de VOX. En nota de prensa, el PSOE ha asegurado que "si se demuestra que ha sido por una cuestión ideológica hay decir que basta ya, porque no se puede atacar a nadie por sus ideas".

Los socialistas, además de mostrarse confiados en que Sequí se recupere lo antes posible de los daños sufridos, han mostrado su deseo de que "finalicen este tipo de agresiones que no deben tener cabida en una sociedad democrática".

De igual modo, Podemos ha querido condenar con "vehemencia" esta agresión, alegando que "las diferencias políticas, por profundas que sean, no pueden ser excusa para la agresión física".

"La convivencia entre personas que son y piensan diferente es un pilar esencial de cualquier democracia que, especialmente en ciudades como Cuenca, tenemos que trabajar entre todos y todas", han defendido desde la formación morada.

"Mientras en otros lugares la crisis económica y la crisis social han derivado en el auge de opciones racistas, excluyentes y violentas, las actitudes que amenazan la convivencia son en nuestro país una excepción. Y entre todos tenemos que trabajar para que así siga siendo", han añadido.