Fiscal pide 44 años para dos etarras por colocar dos bombas en Juzgados Getxo

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles al exjefe del comando Vizcaya Arkaitz Goikoetxea y al miembro Aitor Cotano por colocar dos bombas en los Juzgados de Getxo (Vizcaya) en 2007, en cuya desactivación un ertzaina resultó herido, hechos por los que la Fiscalía pedirá 44 años de prisión para ellos.

Madrid, 8 abr.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles al exjefe del comando Vizcaya Arkaitz Goikoetxea y al miembro Aitor Cotano por colocar dos bombas en los Juzgados de Getxo (Vizcaya) en 2007, en cuya desactivación un ertzaina resultó herido, hechos por los que la Fiscalía pedirá 44 años de prisión para ellos.

En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscal Ana Noé acusa a los etarras -condenados a 515 años por el atentado con furgoneta bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava) en mayo de 2008, en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel- de dos delitos de atentado terrorista y uno de estragos.

Según la representante del Ministerio Público, Goikoetxea era el responsable del comando "Hegoak", del que formaba parte Cotano -que había sido captado por la banda en 2006 a través del etarra Asier Borrero-, el cual se comunicaba con su superior a través de un buzón situado a 500 metros del domicilio familiar.

Los dos procesados, prosigue el escrito, guardaban material explosivo en una casa en ruinas situada en la parte trasera del Polideportivo de Fadura de la localidad vizcaína en la que, tras la detención de Cotano en julio de 2008, se encontraron cloratita y pentrita, temporizadores y detonadores con el anagrama de ETA.

Así, "cinco minutos antes de las seis horas" del 11 de noviembre de 2007 Cotano y Borrero colocaron dos artefactos explosivos que les había entregado el jefe del comando, uno de ellos en la puerta de entrada de los juzgados de Getxo, que programaron para estallar a las 7:00 horas, y el otro en una papelera, preparado para explotar 23 minutos después.

Previamente, a las 6:18 horas, los terroristas habían efectuado una llamada al servicio de emergencias SOS Deiak alertando de la situación de las bombas, la primera de las cuales fue localizada una hora después y la segunda pasadas seis horas, tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio.

El equipo de la Ertzaintza encargado de los trabajos de desactivación continuó con esta labor al día siguiente pero, sobre las 10:00 horas, el detonador de uno de los artefactos estalló en la mano de un agente, lo que le provocó la amputación de cuatro dedos de la mano derecha.

Asimismo, otro ertzaina sufrió traumatismo acústico que tardó quince días en curar.

Por otra parte, la Audiencia Nacional juzgará el martes al etarra Jon Kepa Preciado, para quien la Fiscalía pide seis años de prisión por un delito de robo con fuerza con finalidad terrorista y otro por falsedad de placas de matrícula.

Según sostiene el fiscal Pedro Martínez, el 29 de junio de 2003, el acusado, junto a Gorka Martinez Azkarazo -ya condenado por estos hechos- y Eneko Aguirresarobe, robaron un vehículo del aparcamiento de la playa de Laga de Ibarrangelua (Vizcaya).

Posteriormente lo trasladaron hasta una "lonja-garaje donde almacenaban armas y explosivos y manipulaban vehículos bomba" en Galdakao (Vizcaya), trayecto en el que Martínez ejerció de lanzadera y durante el cual los tres sustituyeron las placas del coche por otras que troquelaron después de haberlas robado en una empresa de recambios.

Los otros dos procesados fabricaron un artefacto con 12 kilos de tytadine, preparado para explotar cuando fuera retirado por los artificieros y con un cartel que rezaba: "Comeros esta, cabrones", y lo introdujeron en el coche robado, que aparcaron en la parte trasera de la empresa Iberdrola situada en el barrio bilbaíno de San Adrián.

Sobre las 14:17 horas del 1 de julio de 2003, se recibió una llamada del diario Gara para comunicar que había recibido un aviso de un interlocutor anónimo que, en nombre de ETA, advertía de la bomba, por lo que la Ertzaintza acordonó la zona y sobre las 18:51 horas, logró desactivar el explosivo.

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