Fomento y Podemos se han vuelto a poner manos a la obra en el tema de la vivienda. Tal y como ha podido confirmar este diario a través de varias fuentes presentes en las negociaciones, ambas partes estarían negociando a contra reloj para llegar a un acuerdo que permita descongestionar el mercado de la vivienda cuanto antes. Entre ellas destaca la puesta en marcha de un índice de precios para cada ciudad, pero no se incluiría la limitación, puntos que no terminan de convencer a la formación morada.
En cambio, consideran que las negociaciones van "por el buen camino" gracias a "importantes mejoras que se han incorporado con respecto al documento anterior". Entre ellas destacan, según Podemos, un acuerdo por el cual se le daría validez a los contratos no inscritos públicamente y se obligaría al pago del mes de honorarios de la agencia inmobiliaria al propietario en lugar de al arrendatario en caso de que este sea una persona jurídica.
Otro de los puntos de fricción entre el ministerio de José Luis Ábalos y la formación morada sería la no afección de las nuevas normas a los contratos ya firmados, algo que Podemos reclamaba desde la anterior intentona de acuerdo. En este mismo punto, tampoco han sido atendidas las reclamaciones que indicaban la necesidad de contemplar una solución habitacional para los desahucios, por lo que la formación morada considera la nueva propuesta insuficiente en estos puntos.
Por otro lado, se mantendrían la duración de los contratos fijados en cinco y siete años, como ya se hiciese en el documento presentado el pasado mes de diciembre. Del mismo modo, el nuevo texto también recoge la prórroga por un plazo mínimo de tres años, una mejora que ayudaría a conseguir un mercado más estable.
La intención de ambas partes sería llevarlo al próximo Consejo de Ministros de este mismo viernes, el último con el Gobierno en plenas funciones. En cambio, aún no está 100% seguro que vaya a darles tiempo.
Esta nueva intentona, con mejor imagen que la anterior, llega solo un mes después de que Podemos dijese 'no' por sorpresa en el Congreso de los Diputados a la anterior medida. El Real Decreto Ley se pactó con Podemos, pero después no se convalidó en el Congreso, un cambio de idea que según esgrimían varias fuentes se fraguó en el último momento.
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