Un día a bordo de la fragata española que ya ha salvado 1.800 vidas en el Mediterráneo

Imaginen un Fórmula 1 que entra en boxes. Allí le esperan un equipo de mecánicos que, totalmente sincronizados, preparan y configuran el monoplaza lo más rápido posible. Algo similar es lo que ocurre en la Fragata Navarra cuando se recibe el aviso de una patera a la deriva en las aguas del Mediterráneo.

"Es fundamental la rapidez", explica a Lainformacion.com el comandante de la Fragata Navarra, capitán de fragata Vicente Cuquerella Gamboa. Hay que preparar el buque rápido para los inmigrantes que huyen del norte de África y sueñan con una vida mejor en Europa.

Mientras un grupo de militares prepara a toda velocidad comida para los rescatados, otros sacan material de abrigo: mantas, ropa, zapatos... "Llegan agotados y sin fuerzas", relata.

En apenas un mes y medio, los militares españoles ya han salvado la vida a 1.800 inmigrantes, 40 al día de media. Llevan en el Mediterráneo desde el pasado 24 de septiembre y, últimamente, las operaciones de rescate son habituales. Este domingo, sin ir más lejos, rescataron a 578 migrantes, 83 de ellos niños, frente a las costas de Libia. "Encontrar una embarcación a la deriva es algo habitual", nos dicen.¿Cómo se rescata una patera repleta de inmigrantes?

El procedimiento es "lo más importante", relata el comandante de la Navarra. Lo primero que hay que hacer es "calmarlos". Llegan muy nerviosos y cualquier movimiento puede dar con todos en el agua. La maniobra de aproximación la realizan dos pequeñas embarcaciones, que llegan a la patera por los lados.

Muy pocos saben nadar. Pero si hay algunos que, cuando se aproximan los militares, se lanzan al agua. Lo que se hace en esos momentos de gran tensión es hablarles con megáfonos e insistirles en que se sienten. 

Una vez sentados, los militares reparten chalecos salvavidas. Prestan especial atención a este momento, para que los inmigrantes se los pongan bien. A continuación se pasa al proceso de transbordo. 

Los primeros son los bebés y las madres. A continuación, los niños, seguidos de las mujeres. Un proceso que tiene que llevarse a cabo con sumo cuidado para evitar que caigan todos al agua. ¿Con qué tipo de inmigrantes se encuentran?

Trabajar en el Mediterráneo salvando vidas es duro pero, a la vez, un trabajo gratificante. El capitán de fragata Cuquerella Gamboa relata que los inmigrantes con los que se encuentran tienen muestras de agradecimiento tremendas hacia ellos.

Cuando les reciben, se encuentran a personas rotas, agotadas y desnutridas. Son abogados, médicos o, en ocasiones, empresarios que huyen de países en guerra y que se embarcan en una patera engañados por mafias. En ocasiones han visto como sus familiares han muerto asesinados por los propios mafiosos.

Se encuentran con familias enteras que lo han abandonado todo y a los que se les vende que van a hacer un viaje a Europa casi legal y que una vez que pisen tierra les van a recibir y les van a dar trabajo.

Pasan días o semanas en hangares en Libia. Les tienen sin comer, bebiendo lo mínimo y, de noche, les meten en una patera camino de Europa. Por el viaje llegan a pagar hasta 2.000 euros.

La misión que desarrollan tiene, según cuentan, una componente emocional más fuerte que otras. Dicen que "no hay nada comparable con salvar la vida a un ser humano". Personas, además, que sonríen tímidamente cuando les rescatan. Y es que la tristeza de su situación no se les va de la cara. 

Así es cómo viven los militares de la Fragata Navarra. Una gran familia, muy compenetrada y que pasan sus días con la incertidumbre de qué se van a encontrar al día siguiente en el agua.