La Policía ya investiga

Los franceses se lanzan a la fiesta en la Madrid 'abierta' por apenas 150 euros

La ciudad con menos restricciones de Europa se ha convertido en un foco de atracción de jóvenes del país vecino que viajan a la capital para disfrutar de la hostelería, la cultura y el ocio que aún se permite.

Imagen de la Plaza Mayor de Madrid, donde las terrazas permanecen casi vacías desde hace un año.
Imagen de la Plaza Mayor de Madrid, donde las terrazas permanecen casi vacías desde hace un año.
Europa Press

"Mira, en esa mesa de cuatro, todos son franceses, en la de al lado, también. Son un grupo de ocho, pero como no pueden estar más de cuatro personas por mesa... En aquella, las dos chicas son también francesas y en la del fondo, en la que hay tres personas, también. Así está siendo todo el fin de semana. Estamos llenos de franceses". Es el domingo 31 de enero en la terraza de un bar cercano a la Plaza Mayor de Madrid y Juan, camarero en este establecimiento desde hace muchos años, nos describe la situación en el establecimiento a las 13.00 horas, el momento del aperitivo.

"Venimos aquí porque en Madrid se puede hacer, prácticamente, la vida de antes. En París, no", resume Dominique, de 24 años, uno de estos jóvenes franceses, mientras, junto a sus amigos, da buena cuenta de una jarra de cerveza y dos paellas que han pedido en el establecimiento. "Además nos sale muy barato", sentencia. Y es que ahora mismo, hay ofertas para un billete de avión ida y vuelta París-Madrid, en vuelo regular de Air France o Iberia, y dos noches en un hotel en plena Gran Vía madrileña, del 12 al 14 de febrero, por 158 euros.

Francia tiene una incidencia de Coronavirus en los últimos 14 días de 427 casos por 100.000 habitantes. España, en su conjunto, de alrededor de 800, con la Comunidad de Madrid por encima de 1.200 y Madrid capital en unos 900. Pese a estas cifras, paradójicamente, los franceses llegan en oleadas a Madrid -apenas quedan cinco plazas para el vuelo de Iberia que sale el viernes 12 de febrero a las 10,15 de la mañana desde París-Orly hasta el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas- huyendo de la pandemia de la SARS CoV-2. "En Madrid están abiertos los bares, restaurantes, terrazas, museos, teatros, salas de conciertos, hay gente por la calle... En Francia no hay nada. Todos los lugares de ocio y la hostelería llevan semanas cerrados, no hay casi gente por la calle porque todo es ir de casa al trabajo y del trabajo a casa y a las 18.00 ya no se puede andar por la calle. Aquí parece que no hay Covid, es como un oasis", dice Yvonne, también parisina, y trabajadora de "un banco", mientras apura su consumición en una terraza de la madrileña Plaza de Santa Ana, junto a dos amigos”. 

Según dice uno de ellos, Madrid "es la ciudad de Europa que menos restricciones tiene" y "se puede hacer vida casi normal. Yo llevaba meses sin tomarme una copa en un bar", confiesa. ¿Y no tienen miedo al contagio? "No. Llevamos mascarillas, para salir de Francia y volar a Madrid nos hicimos una PCR...". En Francia, en París concretamente, la hostelería, los museos, los teatros, los cines y hasta los gimnasios llevan más de tres meses cerrados y por ello los medios de comunicación franceses, TF1, France Info, Liberation... se hacen eco éstos días del caso “insólito” de Madrid entre el resto de capitales europeas. ‘"On vit notre vie d'avant" : les Français se ruent vers Madrid où, malgré le Covid-19, quasiment tout reste ouvert’. (‘"Vivimos nuestra vida antes": los franceses acuden a Madrid donde, a pesar del Covid-19, casi todo permanece abierto’), titulaba la pasada semana una información la emisora France Info, la radio pública gala. 

"Miles de franceses quieren liberarse de las medidas restrictivas contra Covid-19 en Francia. Disfrutan de la libertad que les ofrece Madrid, la capital española, donde casi todo está abierto. Los bares y restaurantes dan la bienvenida a los clientes tanto por dentro como por fuera. Los clubes nocturnos también permanecen abiertos, al igual que los lugares culturales", decía en dicha noticia la emisora francesa. 

"Yo echaba de menos, sobre todo, los restaurantes. En Madrid desayunamos, comemos y cenamos en los restaurantes. ¡Es genial!", dice Eloise, una estudiante francesa que ha llegado a Madrid a pasar una semana huyendo "de que en Francia está todo cerrado y no se puede hacer casi nada fuera de casa". "Parece una locura, pero me imagino que habrá razones para que haya más restricciones en Francia que aquí, pese a que en Madrid y en España hay más contagios que en mi país", reflexiona Françoise, antes de entrar a visitar el museo del Prado. 

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs), decía esta semana ante la ‘invasión’ de franceses en Madrid que "los turistas son bienvenidos siempre y cuando se respeten las medidas de seguridad y se hagan las cosas bien. Nunca somos partidarios de ponerle puertas a nadie, al contrario. Madrid siempre ha sido una ciudad de acogida, una región abierta al mundo". También en tiempos de Covid-19 y pese a la alta tasa de contagios.

Sin embargo, a partir de esta semana, Francia restringirá incluso aún más los viajes al exterior y se necesitarán también PCRs para los viajes por tren y carretera. Madrid, por su parte, ‘abre un poco más la mano’ y las reuniones en establecimientos hosteleros podrán ser de seis personas en vez de cuatro, aunque los aforos, tanto dentro como fuera de los locales, continuarán al 50% como máximo. "Madrid sigue su propia estrategia", respecto a la hostelería, "y hay que respetarla", comentaba esta semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "No sé qué criterio científico demuestra que la hostelería contagia más que una vivienda. Cuando alguien me lo demuestre, lo veremos. Porque creo que el contagio puede estar en cualquier lugar", ha asegurado Díaz Ayuso.

Sonia trabaja en un bar de la Plaza del Humilladero, junto a una de las zonas más turísticas y con más establecimientos de hostelería de la capital, la Cava Baja. "Aquí, en la terraza, la mayoría de clientes eran antes extranjeros, turistas, y ahora con las restricciones viene mucha menos gente. Es verdad que desde hace semanas la mayor parte de clientes son franceses, sobre todo jóvenes, pero eso no palía la bajada de facturación que estamos teniendo. Hay que tener en cuenta que hay que cerrar a las 21.00 y el aforo, además, es la mitad que antes. Hacemos un 60%-70% menos de caja que antes del coronavirus y si en 2019 trabajábamos seis personas en el bar, ahora somos solo tres. El resto de la plantilla continúa en ERTE".

Ante esta situación, la Policía Municipal de Madrid ya prepara un dispositivo especial de seguridad para patrullar este fin de semana por la zona centro de Madrid en busca de estas fiestas ilegales protagonizadas, principalmente, por ciudadanos franceses. Mientras, estos no dejan de llegar al aeropuerto madrileño. Esta misma mañana, una joven francesa confesaba nada más bajarse del avión procedente de París: "Sí, vengo a Madrid para ir a bares, restaurantes y quizás alguna fiesta". Además, las autoridades investigan si detrás de estas fiestas, que se producen, sobre todo, en apartamentos turísticos, están como ‘facilitadoras’ las habituales plataformas de alquiler online de este tipo de alojamientos o es un fenómeno puntual.

"Nos hemos encontrado con que en estas fiestas había sobre todo súbditos franceses, pero también algunos que no eran de esta nacionalidad”, explicaba este viernes el Comisario Principal de la Policía Municipal de Madrid, José Luis Morcillo, a RTVE. "Y eso nos hace pensar que, de alguna forma, son fiestas organizadas". De hecho, la comunidad de propietarios de una de las fincas en la que la Policía entró la semana pasada ya ha puesto una demanda contra la plataforma en la que se alquila el piso en el que "las fiestas se suceden fin de semana tras fin de semana".

Curiosamente, en diciembre pasado, Airbnb anunciaba que había retirado de su web 800 anuncios de apartamentos en España para prevenir fiestas no autorizadas porque sobre todos estos alojamientos habían recibido quejas por fiestas ilegales. Airbnb "tiene tolerancia cero con los comportamientos antisociales", decía entonces la plataforma. Lo "que hay que ver es qué plataforma alquila y dónde se alquila. Si aquí o fuera del país”" explica el responsable de la Policía Municipal madrileña porque pueden estar cometiendo un delito contra la salud pública.

Porque el ejemplo es tan reciente como de la semana pasada, cuando la Policía Municipal de Madrid desalojó dos fiestas en domicilios organizadas "por personas de nacionalidad francesa", según la propia Policía, en inmuebles alquilados y en las que había "63 personas sin usar mascarillas y sin respetar las medidas de seguridad". 

El sábado 30 de enero en la calle Torrecilla de Leal (barrio de Lavapiés), donde había "21 personas sin usar mascarillas, sin respetar la distancia de seguridad, consumiendo bebidas alcohólicas, bailando, fumando y escuchando música a gran volumen" y el domingo día 31 de enero en un domicilio de la calle Los Madrazo, al lado mismo de la Puerta del Sol, en el que se estaba realizando una fiesta "con unas 50 personas y música a gran volumen y un continuo trasiego de personas entrando y saliendo sin mascarilla, consumiendo bebidas alcohólicas y fumando, generando una atmósfera totalmente cargada de humo". 

Según las autoridades, en ambos casos, fueron tres los ciudadanos franceses que se identificaron como las personas que habían alquilado los locales para las fiestas y los asistentes a las mismas también eran de esa nacionalidad. La Policía impuso 42 denuncias por incumplir la obligación de usar la mascarilla, otras 42 por incumplir la restricción de reunión social de personas no convivientes y dos por realizar fiesta en domicilio con molestias para el vecindario. 

Pero, reconoce una fuente policial a La Información, "estos ciudadanos volverán a su país, ya lo habrán hecho, y las multas no les llegarán jamás". Es la nueva ‘invasión’ francesa que ‘sufre’ Madrid en tiempos de la Covid-19.

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