Francisco Muñoz: "Haces por los nietos lo que no hiciste con los hijos"

  • Algunos han visto como sus hijos se han 'desenmacipado' por la crisis y han vuelto a casa ahora, además, con sus hijos. 

    Otros ayudan haciendo de canguro o pagando pequeñas facturas a sus hijos en época de crisis. 

Ana Domingo

Francisco respira cansado. Su nieta, de cuatro años, acaba de volver a Madrid después de una semana de vacaciones con él y con su mujer. "De once de la mañana a siete de la tarde en la playa". Ese ha sido el plan. Y por la noche "viendo la luna y las estrellas y contando historias, aprovechando para hacer esas cosas que no se pueden hacer en Madrid".

Eso, esta semana, porque la anterior el que estuvo con ellos en Murcia fue su nieto de dos años "con ese terminamos más cansados" porque hay que estar más pendiente de él y "juega de otra manera" ahí sí que hay que tirarse al suelo, comenta Francisco. Para él, quedarse con sus nietos es como correr una maratón. "Piensas que no vas a llegar al final" o llegas muy cansado pero es "entrar en la meta y ya estás pensando en correr la siguiente". 

En España hay más de ocho millones de abuelos

Él es uno de los más de ocho millones de abuelos (el 18,2% de la población) que cuidan, orgullosos, a sus nietos en España. "El cariño es la base de todo y no tiene ni fronteras ni límites" asegura.

Lo mismo le pasa a Antonio. A sus 83 años todavía ayuda económicamente a uno de sus hijos. Se quedó en paro hace un tiempo, "esto de la crisis, ya sabes. La mayoría tiene algún hijo sin trabajo". Le ayuda económicamente, pagándole algún recibo o haciendo la compra. "El tiene su casa, pero no le llega para mantener a la familia". 

Antonio tiene tres nietos y ayuda a todos. Va a buscarlos al colegio y se queda con ellos cuando los padres tienen que trabajar. "Antes esto no era así, pero ahora es lo que toca", comenta sonriendo.Ayuda económica y cuidado de los nietos

Canguro es la 'ocupación' mayoritaria de los abuelos en España. Pilar, a sus 85 años y con 7 nietos y 8 biznietos también ejerció de cuidadora durante muchos años. "Ahora ya no, porque los nietos son mayores y los biznietos se quedan con la abuela, mi hija".

Pero, durante muchos años, cuando ya había criado a sus hijos se ocupó de su nieta. "Una de mis hijas se separó y se vino a casa con la niña". Fue Pilar quien se encargaba de ella mientras su hija trabajaba. "También me encargaba de los otros nietos, llevándolos al colegio, a catequesis o cuidándolos cuando no podían sus padres."

"Y yo encantada de la vida". "Soy feliz cuando estoy con ellos". Y además, ahora son ellos los que le enseñan cosas. "Tengo un nieto informático y me ha regalado un tablet". Cuenta, orgullosa, que le ha enseñado a usar Internet y ahora utiliza mucho whatsapp y skype (un programa de videollamadas). "Ahora mismo acabo de hablar con su madre (de su nieto), que está en Portugal". Pero no es la única con la que se comunica gracias a las nuevas tecnologías. "También hablo con mi prima de 96 años que vive en Málaga y casi no la veo". Haces con los nietos lo que no hiciste con los hijos

Lo bueno de ser abuelo es que ya no tienes la misma responsabilidad que tenías con los hijos, asegura Francisco. "Nuestro trabajo no es educarles, es darles cariño, cuidarles... "Por supuesto que "nos preocupamos de que se porten bien pero con menos presión". 

Francisco es una de las personas que más sabe de abuelos en España. Es el presidente de la asociación, fundada en 2005, con el objetivo de compartir experiencias y para reivindicar la figura de los abuelos. "Queríamos cambiar la imagen que había de los abuelos como personas de la tercera edad por la de personas activas y muy útiles". De hecho da un dato abrumador. Si se tuvieran que pagar todas las horas que los abuelos dedican al cuidado de los nietos, el Producto Interior Bruto de España crecería un 5%. 

Según un informe publicado estos días por la Fundación mensajeros de La Paz, más de la mitad de los abuelos confiesa que ayuda a sus hijos. Algunos económicamente, otros, la mayoría, haciendo de canguro. 

Pero esta ayuda, según un informe de la empresa CAYRO, también es buena para los mayores. El tiempo de ocio con los abuelos es una manera de potenciar vínculos. La paciencia y dedicación de los mayores aporta a los niños seguridad. Ir de excursión, jugar a la petanca, a las cartas o al parchís, contar cuentos o cantar viejas canciones son algunas actividades que pueden entretener a los niños y que están al alcance de todos. 

El verano es la época en la que más tiempo pasan juntos, ya que los niños no tienen colegio y por eso han propuesto una serie de normas para una feliz convivencia. Mimar a los nietos, pero sin anular a los padres, hablar mucho respetando los límites que han impuesto los padres en cuanto a horas de consumo de televisión y videojuegos, Jugar, juegos tradicionales pero también a otros que inventen los niños o abuelo y nieto, para estimular su imaginación y, por último, transparencia, contando a los padres si se han portado mal. 

Unos simples consejos que ayudarán a una feliz convivencia entre abuelos y nietos. 

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