Asunción, 26 ene.- El vicepresidente de Paraguay, Federico Franco, alertó hoy sobre la situación de crisis que se puede generar en el país si se producen nuevas ocupaciones de tierras, en alusión a un conflicto entre campesinos y productores brasileños de soja en una región fronteriza.
Franco realizó esa advertencia al referirse al conflicto que involucra a grupos de campesinos denominados "carperos" que permanecen acampados desde mediados de 2011 en las cercanías de las haciendas agrícolas de productores brasileños en Santa Rosa del Monday, en Alto Paraná, a 400 kilómetros de Asunción.
"Hay un grupo de gente que son profesionales de la invasión, mi posición personal siempre ha sido clara, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada", expresó el segundo del Ejecutivo en declaraciones reproducidas por la Vicepresidencia en un comunicado.
La tensión en Alto Paraná, colindante con el estado brasileño de Paraná, se ha visto en aumento desde la semana pasada ante la presencia de militares que realizan tareas de demarcación fronteriza y que, según los colonos brasileños, se lleva a cabo en sus fincas con acompañamiento de los "carperos".
Por su parte, los campesinos reclaman al Gobierno la cesión de un supuesto excedente de tierras públicas que se encuentran dentro del predio de los productores brasileños.
Franco, quien no oculta sus desavenencias con el jefe de Estado, Fernando Lugo, aseveró que se cometió un error al delegar esas tareas a los militares en una zona conflictiva donde, según los medios de prensa asuncenos, podrían producirse nuevas ocupaciones propiciadas por los campesinos.
"Con amenazas, con invasiones va a ser difícil que se solucione el tema", insistió el vicepresidente, quien llegó a sumarse a quienes temen que se cree un ambiente que imposibilite las elecciones de 2013.
"Tengo que reconocer que hay algunos acontecimientos que nos permiten deducir que eso puede ocurrir", dijo, para añadir que en una democracia "lo único que no se puede dejar de cumplir son los plazos electorales", pues lo contrario "sería catastrófico para la salud internacional del país".
También aludió a que esa situación podría afectar enormemente a la economía paraguaya, sustentada por la agricultura y la ganadería, este último sector en crisis desde septiembre pasado tras la detección de dos focos de fiebre aftosa en la región central del país.
Aseveró que Lugo debe adoptar las medidas necesarias para poner fin a esta situación de tensión.
Uno de los dirigentes de los "carperos" de Alto Paraná, Federico Ayala, contactado telefónica, dijo a Efe que hasta el momento no tienen previsto realizar nuevas ocupaciones y que aguardarán una respuesta del Poder Ejecutivo a sus reclamos.
No obstante, el dirigente aseveró que "si el Gobierno no va a tomar postura" sobre las tierras reclamadas, "los campesinos lo harán".
Por su parte, el jefe de gabinete (de ministros), Miguel López Perito, aclaró en declaraciones reproducidas por la web de la Presidencia que las tareas que realizan los militares en Alto Paraná son "legítimas" y que Lugo "está considerando todas las denuncias que se hicieron" en torno al nuevo conflicto.
"Es evidente que si hubo algún problema, se tiene que corregir", abundó.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios