Moncloa asfixia a los monjes del Valle de los Caídos porque no se fía de las facturas

Basílica del Valle de los Caídos
Basílica del Valle de los Caídos
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El Gobierno en funciones avanza en la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y, a la vez, mantiene a la Abadía Benedictina que atiende la Basílica en su complicada situación económica. El motivo es que Patrimonio Nacional sigue sin trasferir una subvención directa de 340.000 euros que se recoge en los Presupuestos Generales del Estado y que va destinada directamente a la Fundación del recinto. Los religiosos han recibido esta ayuda desde el año 1982, pero la administración Sánchez ha decidido retenerla por discrepancias contables con los monjes.

Patrimonio, organismo que depende del Ministerio de Presidencia, no se fía de los presupuestos que les han enviado desde la Abadía. Los monjes remitieron al organismo que preside Alfredo Pérez de Armiñán un documento en el que detallaban de forma genérica sus ingresos y gastos durante 2017. Pero Patrimonio quiere algo más concreto, con facturas incluidas, y por eso ha decidido no transferir esta subvención que le corresponde al Valle de los Caídos por ley.

Efectivamente, en los Presupuestos de 2018 que aprobó el Gobierno de Rajoy se recoge dicha subvención que debería estar ya en las arcas de la Abadía. En concreto, en el programa 337A relativo a la administración del Patrimonio Histórico-Nacional se puede leer que la partida 481, "subvención a los Reales Patronatos y Fundaciones (párrafo 2 del Artículo 2 de la Ley 23/82 del Patrimonio Nacional)", asciende a 340.000 euros.

Subvención al Valle de los Caídos en los PGE de 2018

Todos los gobiernos de la democracia han estado obligados a realizar esta transferencia al Valle de los Caídos. La disposición final tercera de la Ley 23/1982 reguladora del Patrimonio Nacional contempla que es el consejo de administración de Patrimonio Nacional quien ejerce desde ese año 82 el patronato y representación de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Los monjes, por tanto, tienen dependencia económica, pero para percibir la subvención deben rendir cuentas al Ejecutivo.

Esta situación ha provocado a la Abadía del Valle de los Caídos una situación de asfixia financiera. Las cuentas son deficitarias y los monjes no tienen dinero para pagar, por sus propios medios, los gastos que conlleva el mantenimiento del recinto. Por eso, la Fundación necesita esta subvención y, aún con ella, ha registrado números rojos de forma reiterada en los últimos años.

Gastos no justificados en el Valle de los Caídos

La subvención de 340.000 euros que ha venido recibiendo el Valle de los Caídos en las últimas décadas es la mayor ayuda económica otorgada a un real patronato, superando las que perciben el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas, el Monasterio de las Descalzas Reales o la Real Basílica de Atocha.

La subvención se encuentra fundamentada en el Decreto-Ley de 23 de agosto de 1957 que creó la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, el convenio de 29 de mayo de 1958 con la abadía benedictina de Silos y el reglamento de la fundación aprobado en pleno franquismo. A cambio, las obligaciones de la abadía consisten en "levantar las cargas espirituales impuestas por el fundador" y atender a la finalidad social de la fundación (principalmente: centro de estudios sociales, biblioteca, escolanía y hospedería), debiendo contar en todo momento con veinte monjes profesos y el correspondiente noviciado, según se puede leer en el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas correspondiente al ejercicio 2013.

Sepultura de Franco en el Valle de los Caídos
Sepultura de Franco en el Valle de los Caídos / EFE

El tribunal fiscalizador observó algunas irregularidades en las cuentas del Valle de los Caídos. Por ejemplo, explica que esta subvención anual de 340.000 euros "debería destinarse a la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y no a la comunidad religiosa". "No se hace así, sin embargo, por cuanto dicha fundación carece en la práctica de autonomía presupuestaria y de gestión, de manera incluso más acentuada que los Reales Patronatos, ya que no se elabora un presupuesto de ingresos y gastos de la misma, ni se rinden cuentas de su ejecución, ni se elabora siquiera una memoria sobre su situación y funcionamiento", añade.

"De esta subvención no se ha rendido nunca cuenta justificativa -continúa el Tribunal de Cuentas-, si bien a causa de la presente fiscalización se requirió por el CAPN [Consejo de Administración de Patrimonio Nacional] al beneficiario la correspondiente al ejercicio 2013, que se realizó con aportación de copias de las facturas, las cuales fueron posteriormente compulsadas por un funcionario".

En relación a las cotizaciones a la Seguridad Social, el Valle de los Caídos presenta también "importantes errores": en primer lugar, considera como gasto las bases de cotización en lugar de las cuotas a ingresar (la diferencia es de 67.829,54 euros); además, no se aportan los TC-1, por lo que no se justifica el ingreso de las cuotas; y, por otra parte, el TC-2 relativo al profesorado se refiere al "Colegio Escolanía Santo Domingo de Silos" y no a la "Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos", como el resto, siendo las cuentas de cotización diferentes.

Gastos disparados y 'rescate' por parte de Patrimonio

El problema financiero del Valle de los Caídos es que sus gastos están disparados y acumula pérdidas millonarias: 2,6 millones de euros desde 2014. Así, en 2017 (el último año del que se han publicado datos), Patrimonio Nacional ingresó en estas instalaciones 1.380.128,87 euros de los que 1.327.879 correspondieron a la venta de entradas (la general cuesta 9 euros y la reducida 4) y 52.249,87 a los ingresos patrimoniales. Sin embargo, los gastos ascendieron a 1.741.047,42 euros, repartidos entre gastos de personal (1.029.699,77 euros), gastos corrientes e inversiones reales (328.994,53), transferencias corrientes (340.000) e inversiones (42.353,12).

21 millones en bienes histórico-artísticos

En el Valle de los Caídos hay catalogados un total de 614 bienes histórico-artísticos que están valorados en 21.009.485,55 euros, según su valor catastral. Por su parte, la comunidad de benedictinos de la abadía se encarga de celebrar los actos religiosos, como bodas, bautizos u otras ceremonias, por los que recibe unos ingresos cuya cuantía no se publica. También gestiona de forma autónoma la hospedería del Valle de los Caídos, donde alojarse cuesta en torno a 100 euros por un fin de semana.

El Valle de los Caídos contaba a finales de 2017 entre sus trabajadores con treinta operarios. Son diez empleados que se encargan del mantenimiento en general, cuatro responsables de los parques y jardines, cuatro en el área de administración, cuatro guardeses y ocho destinados en atención al público (guías) y taquillas. Todos son personal laboral que cobran de media más de 34.000 euros brutos, unos 2.000 euros mensuales.

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