Frente Amplio celebra y blancos buscan revertir tendencia en segunda ronda

  • El izquierdista Frente Amplio de Uruguay celebra al día siguiente de las elecciones generales que su candidato quedó bien posicionado de cara a la segunda vuelta, mientras el Partido Nacional, que será el otro competidor, cavila cómo modificar la tendencia con el apoyo del Partido Colorado.

Jorge Figueroa

Montevideo, 27 oct.- El izquierdista Frente Amplio de Uruguay celebra al día siguiente de las elecciones generales que su candidato quedó bien posicionado de cara a la segunda vuelta, mientras el Partido Nacional, que será el otro competidor, cavila cómo modificar la tendencia con el apoyo del Partido Colorado.

El FA, una heterogénea coalición que gobierna en Uruguay desde 2005, superó este domingo en las urnas las expectativas de voto que le asignaban todas las encuestas.

Con un respaldo por encima del 46 % no tiene asegurada la mayoría parlamentaria de la que actualmente disfruta, pero su candidato a la Presidencia, el oncólogo socialista de 74 años Tabaré Vázquez, que fue jefe de Estado de 2005 a 2010, está bien posicionado de cara a la segunda vuelta, el 30 de noviembre.

El Partido Nacional, con su candidato Luis Lacalle Pou, pasó el domingo de la sonrisa a la mueca de conformismo, porque obtuvo al menos tres puntos porcentuales menos de los que le asignaban las encuestas y suma un 31 % de los votos.

Esa pequeña diferencia porcentual puede resultar, sin embargo, decisiva de cara a la segunda vuelta.

En principio, los números no cierran para que Lacalle Pou enfrente con expectativa de éxito a Vázquez, a pesar del apoyo explícito que hizo a su candidatura el derrotado aspirante a la presidencia del Partido Colorado, Pedro Bordaberry.

Lacalle Pou, un abogado de 41 años, diputado e hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), apostó por "la positiva" en su campaña y en los días previos a las elecciones las encuestas llegaron a aventurar que podría derrotar a Vázquez en un balotaje.

En un mensaje a sus seguidores el candidato nacionalista afirmó el domingo que la ilusión de llegar a la Presidencia "está intacta", pero los números parecen contradecirle.

El Partido Colorado, tradicionalmente gobernante en el país y actualmente segunda fuerza de la oposición, sufrió un duro revés, el segundo mayor de su historia, y apenas alcanza un 13 % de los votos.

Antes de la cita de los uruguayos con las urnas, las encuestas le daban entre un 15 y un 17 % y las expectativas del partido llegaban incluso al 20 %.

Para completar un panorama de derrota el plebiscito para modificar la Constitución y bajar la edad de imputabilidad de 18 a 16 años, que tuvo como principal impulsor a Bordaberry en medio de una sensación generalizada de inseguridad, logró el apoyo del 46 % (poco más un millón de uruguayos) pero necesitaba superar el 50 % para ser aprobado.

Quienes pueden celebrar su crecimiento son las fuerzas menores.

El democratacristiano Partido Independiente (PI), que actualmente tiene dos diputados, supera el 3 % de los votos, lo que le permitiría llevar a cuatro su presencia en la Cámara de Representantes (sobre un total de 99) y, más importante, acceder por primera vez al Senado, integrado por 31 miembros.

El líder del PI y su candidato a la presidencia en las elecciones de este domingo, Pablo Mieres, anunció que la postura que tomará el partido de cara a la segunda vuelta se definirá en una reunión nacional de delegados a celebrarse seguramente la próxima semana.

Igualmente adelantó que de allí saldrá "una sugerencia" porque "la gente es libre de votar lo que mejor le parezca", dijo, en referencia a la puja entre Vázquez y Lacalle Pou.

Al crecimiento de los independientes se suma la mayor visibilidad para la recientemente creada Unidad Popular, unión de varios grupos de izquierda radical, que con el 1,2 % de los votos ingresaría por primera vez al Parlamento con una banca entre los diputados.

Ese lugar está reservado para el exlegislador Eduardo Rubio, del Movimiento 26 de Marzo, grupo que integró el FA pero lo abandonó por discrepancias internas durante el gobierno de Tabaré Vázquez.

Rubio ya adelantó que en el balotaje optará por anular su voto, para no dar su apoyo a ninguno de los dos candidatos.

El ganador de la segunda vuelta sucederá al presidente José Mujica, del FA, a partir del 1 de marzo de 2015.

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