Primer pacto Sánchez-Casado: subir el gasto en Defensa para calmar a Trump

  • El Gobierno socialista asume los compromisos del PP en materia de Defensa y se compromete a ir incrementando en los próximos años el presupuesto.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, pasa revista en el Cuartel General del Ejécito
La ministra de Defensa, Margarita Robles, pasa revista en el Cuartel General del Ejécito
EFE
La ministra de Defensa, Margarita Robles, pasa revista en el Cuartel General del Ejécito
La ministra de Defensa, Margarita Robles, pasa revista en el Cuartel General del Ejécito / EFE

El Gobierno de Pedro Sánchez va a mantener la misma hoja de ruta que dejó Cospedal en materia de Defensa en lo que se refiere a gasto. Es el primer acuerdo entre el presidente del Ejecutivo y el nuevo líder del PP, Pablo Casado, sellado la semana pasada en su primer cara a cara en La Moncloa. Ambos líderes acordaron seguir incrementando progresivamente el presupuesto de la cartera hasta ir aproximándose al 2% del PIB en gasto militar en el año 2024. Con esta 'entente' España aspira a calmar las exigencias de Donald Trump, que llegó a hablar en la última cumbre de la OTAN de que los miembros de la alianza llegaran al 4% del PIB en presupuesto militar, algo impensable para España.

Aunque Sánchez y Casado mostraron en su primera reunión serias discrepancias en diferentes materias económicas que van a impedir reformas de calado durante esta legislatura, presidente y líder de la oposición sellaron su primer 'pacto de Estado' en un materia considerada estratégica para los intereses internacionales de nuestro país. Según fuentes del Gobierno, el presidente planteó a Casado las peticiones de la OTAN en materia de gasto, unas exigencias lideradas por la administración Trump, y pidió al líder del PP colaboración en este sentido.

Pablo Casado transmitió a Sánchez que los populares no harían oposición en esta materia y que, incluso, están dispuestos a apoyar al Gobierno en el Congreso en este sentido. El PP, por tanto, se ha comprometido a secundar la estrategia del Ejecutivo en materia de gasto militar. Serán, eso sí, cifras muy similares a las que dejó María Dolores de Cospedal, la última ministra de Defensa del Gobierno de Rajoy, que ya contemplaba un importante incremento del gasto en próximos ejercicios para ir cumpliendo los compromisos con la OTAN y Estados Unidos. En 2018 el presupuesto de Defensa se incrementó un 10,7%, siendo el ministerio más beneficiado en las cuentas públicas después de Fomento.

El acuerdo sellado entre Sánchez y Casado contempla que, aunque el PP presente la previsible enmienda a la totalidad a los primeros presupuestos del Gobierno socialista, en la negociación que afectará al Ministerio de Defensa los populares se abran a pactar determinadas enmiendas parciales en las que se recoja ese incremento del gasto militar.

En su primera cumbre de la OTAN, celebrada hace casi un mes en Bruselas y que sirvió para que Sánchez se hiciera su primera foto con Trump, el presidente del Gobierno confirmó que aplicaría la misma política que el PP en gasto en Defensa: intentará elevar esta partida del 0,93% del PIB actual al 1,53% en 2024. "Seguimos la hoja de ruta trazada porque es asumible y realista. Pero además de lo cuantitativo está lo cualitativo -dijo Sánchez-; recogemos el testigo de otras administraciones, que lo asumieron a su vez de otras administraciones".

Entre los proyectos que Defensa mantiene en estudio se encuentran varios programas heredados de la era Cospedal. De hecho, una de las primeras decisiones de Robles nada más aterrizar en su despacho del Paseo de la Castellana fue autorizar un gasto de 5.000 millones de euros para "necesidadades urgentes" en armamento. Entre ellas se encuentran la segunda fase del helicóptero NH-90, modernizar los famosos Chinook, hacer frente al incremento del gasto del submarino S-80, así como lanzar dos nuevos satélites de comunicaciones, según comentó el nuevo secretario de Estado Ángel Olivares en una entrevista en la Cadena SER

"Hay otros programas de armamento que son muy importantes desde el punto de vista de la repercusión en la industria y tecnología española pero que no necesariamente tienen que aprobarse antes de final de año, como son las fragatas F110, el vehículo 8X8 o la modernización del Eurofighter", añadió el secretario de Estado. El PP ya dejó todos estos proyectos en estudio para ejecutarlos en los próximos años.

Sánchez y Casado son dos dirigentes con experiencia en política internacional de modo que en su primera cita del jueves hablaron largo y tendido (la reunión duro 2:50 horas) sobre los peligros que acechan a España. Ambos coincidieron en que nuestro país debe jugar un papel clave en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la inmigración ante las amenazas que provienen de África. Por eso, en un momento de la conversación también salió el protagonismo que deberían tener en un futuro próximo las bases de Rota y Morón, así como la propuesta del presidente a la OTAN para que España lidere una misión de entrenamiento en Túnez.

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