La deriva de Puigdemont y Torra azuza la fuga de empresas de Cataluña: seis al día

Sede de la Caixa con el logotipo de CaixaBank
Sede de la Caixa con el logotipo de CaixaBank
EUROPA PRESS - Archivo

Dos años después de la celebración del referéndum independentista del 1-O la tensión en Cataluña es máxima. La inminente sentencia del Tribunal Supremo por el juicio a los líderes que organizaron aquella consulta ilegal amenaza con hacer saltar por los aires todo el panorama político nacional en vísperas de la repetición de las elecciones generales del 10 de noviembre. Eso, en lo político. En lo económico, la deriva del 'procés' promovido por Carles Puigdemont y Quim Torra se deja sentir especialmente en el tejido empresarial, que ha protagonizado el traslado de casi 5.500 sedes sociales desde la región hacia otros lugares de España. Una fuga sin precedentes motivada en la mayoría de los casos por la inseguridad jurídica que se ha generado en la comunidad autónoma y que se traduce en la pérdida de seis compañías cada día.

De acuerdo con los datos recopilados por el Colegio de Registradores para La Información, entre el año 2017 y mediados de este 2019 han sacado su sede de Cataluña 5.454 empresas. A la espera de que estén disponibles las estadísticas del tercer trimestre del año, que no llegarán hasta mediados de este mes, las cifras arrojan un goteo constante, si bien empieza a menguar en los últimos meses. En el conjunto de 2017 salieron de la región 2.536 compañías, el grueso de ellas en la recta final del año, tras la celebración del referéndum ilegal del 1-0 y después de que el Gobierno de Mariano Rajoy facilitase por decreto el cambio de sede. En 2018 se registraron 2.359 traslados y en la primera mitad de este año van 559.

Por contra, han instalado su sede social en Cataluña 1.374 empresas en el mismo periodo: 548 en 2017, 467 en 2018 y 359 hasta junio de 2019. Esto deja un saldo neto de más de 4.000 compañías fugadas a otras comunidades autónomas en busca de la seguridad jurídica necesaria para operar. Fuentes del empresariado catalán aseguran que en la actual coyuntura política todavía no se dan las condiciones para que vuelvan los que se marcharon. Se confirma así, por el momento, el fracaso de la 'operación retorno' ideada por el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.

El propio Llibre advertía este domingo en una entrevista en Expansión de que la coyuntura actual en Cataluña no es favorable para el retorno de las empresas. Aunque el presidente de Foment considera que "no estamos peor que hace un año y medio", reconoce que "debemos tratar de mejorar la situación actual para que las empresas que se han ido no se acomoden en otras comunidades". Los empresarios valoran la confianza y la estabilidad, y todo eso mejorará, a su juicio, a partir de enero.

Para Barcelona es clave recuperar la confianza de grandes empresas de la talla de Caixabank, Banco Sabadell, Naturgy, Abertis, Cellnex, Colonial o Catalana Occidente. Por ahora las dos grandes financieras catalanas descartan devolver sus sedes a la región por el temor a una nueva fuga de depósitos. No en vano, llegaron a perder más de 30.000 millones como consecuencia de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y, pese a que el negocio en Cataluña se está recuperando, aún no alcanza los niveles previos. Pero también es fundamental atraer a las pymes por su elevado peso en el tejido empresarial en términos proporcionales.

Hay que recordar que el cambio de domicilio social no afecta a los centros de producción y las plantillas, sino más bien a la propia "nacionalidad" de la empresa. En muchos casos los traslados responden a una cuestión de imagen, de transmitir tranquilidad a los clientes y minimizar el eventual impacto de una DUI. También afecta al pago de determinados impuestos, no al de Sociedades, que es un gravamen estatal, pero sí a tributos municipales o autonómicos que se pagan allí donde se localice el domicilio social, como el impuesto de actividades económicas o el de transmisiones patrimoniales.

"La tormenta perfecta"

En estos momentos, "con un Govern que se niega a condenar la violencia del brazo armado del independentismo y que pretende alejar las elecciones y alargar la legislatura todo lo posible, y en ausencia de Presupuestos en Cataluña, la incertidumbre y la inseguridad jurídica es total", comentan desde el sector empresarial catalán. La sensación de los empresarios en Barcelona es que se está conformando "la tormenta perfecta" y que sus consecuencias lo que van a provocar, lejos del retorno de compañías a la región, es más fugas de sedes. 

Si hay un ganador en esta fuga de empresas masiva es la comunidad de Madrid. Los datos del Colegio de Registradores reflejan que de las casi 5.500 empresas que trasladaron su sede fuera de Cataluña entre 2017 y junio de este año, más de la mitad (2.939) eligieron como destino la capital del país. Es más, en el mismo periodo la región madrileña presenta un saldo positivo de casi 2.500 compañías (más de 6.000 que trasladan su sede a Madrid por unas 3.500 que se van). También se han fugado muchas a la vecina Aragón, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

En paralelo, los empresarios catalanes advierten también de que las cámaras de comercio extranjeras tienen paralizados grandes proyectos de inversión de empresas multinacionales en la ciudad condal. Porque "lo que más asusta al dinero –insisten– es la inseguridad jurídica". Los datos de la Secretaría de Estado de Comercio respaldan esta tesis y, de nuevo, dan la victoria colateral a la Comunidad de Madrid, pues mientras la inversión extranjera directa en términos brutos se desplomó en Cataluña desde los más de 8.200 millones de euros de 2016 a 3.400 millones en 2017 y 3.000 millones en 2018, en la capital pasó en el mismo periodo de 11.600 millones de euros a casi 17.000 millones y a nada menos que 41.600 millones a cierre del año pasado.

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