Bangkok, 19 jun.- El Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas confirmó hoy que se ha abierto una investigación a tres funcionarios en otras tantas embajadas de Oriente Medio acusados de forzar a la prostitución a varias emigrantes filipinas.
El canciller filipino, Alberto del Rosario, indicó a los periodistas que se ha ordenado a los imputados que regresen inmediatamente a Manila y que también se ha requerido la presencia de los embajadores en Aman, Damasco y Kuwait para que colaboren en la indagación, según la edición digital del diario local "Inquirer".
El ministro filipino lamentó que la fuente de su ministerio que destapó el escándalo hubiese acudido con su información a parlamentarios de la oposición en vez de a él.
El diputado Walden Bello, del partido Akbayan, denunció ayer que tres funcionarios nacionales responsables de los emigrantes filipinos en Jordania, Kuwait y Siria habían empujado a prostituirse a algunas de las filipinas atendidas por la agencia estatal para la que trabajan.
El congresista dijo que había recibido la información de fuentes fidedignas de Exteriores y facilitó como prueba de la veracidad de sus datos la identidad de dos de los imputados y el apodo del tercero.
Según Bello, uno de los tres imputados llegaba a cobrar a los clientes hasta 1.000 dólares por noche y había suscitado las sospechas de las autoridades jordanas.
Filipinas es uno de los países del mundo con mayor número de emigrantes en el extranjero, que ronda en torno al diez por ciento de los 95 millones de habitantes de su población y que remiten al países cerca de 20.000 millones de dólares anuales.
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