Los ujieres del Congreso y Senado son los 'porteros' de las cámaras legislativas. Sin estos funcionarios las sesiones plenarias, las comisiones y el día a día parlamentario sería caótico. Ahora, las Cortes Generales acaban de iniciar el proceso para renovar esta plantilla de profesionales públicos especializados en la asistencia a sus señorías. Se han convocado cuarenta nuevas plazas y la avalancha de solicitudes ha sido estratosférica: más de 8.300 aspirantes. Esta cifra ofrece una media de más de 200 candidatos por puesto.
Son los encargados de facilitar un vaso de agua a Pedro Sánchez cuando sube a la tribuna; o de llevar un sobre de su equipo a Pablo Casado en medio de un pleno; o de retirar a los invitados en caso de que los presidentes de Congreso y Senado lo soliciten. Se trata, en definitiva, de una plantilla fija que mantiene una relación de tú a tú con diputados y senadores y que ahora va a realizar nuevas incorporaciones por la oleada de jubilaciones producida en los últimos años. La convocatoria se publicó en el BOE el pasado verano y esta semana se ha conocido el número de aspirantes.
De las 8.300 solicitudes presentadas algunas no cuentan con toda la documentación en regla, porque les falta la fotocopia del DNI, no han acreditado la titulación requerida o no han abonado las tasas correspondientes (15 euros). Estos excluidos, más de 1.600, tienen un plazo de diez días, a contar desde el pasado martes, para solucionar estas incidencias -puede acceder aquí al listado completo de aspirantes-. De las cuarenta plazas convocadas, treinta y seis de ellas están reservadas para el turno de libre acceso y cuatro de ellas para personas con discapacidad.
La oposición para convertirse en ujier del Congreso y Senado cuenta con dos ejercicios que se celebrarán en un mismo día y que son obligatorios y eliminatorios. Los aspirantes deben obtener al menos cincuenta puntos de un total de cien. El primero es un cuestionario de cien preguntas psicotécnicas con cuatro respuestas alternativas, siendo sólo una de ellas la correcta. El objetivo de los examinadores es evaluar el razonamiento en general, la memoria, la percepción o la atención, así como otros aspectos más específicos, como la aptitud verbal, numérica y espacial, y la capacidad de abstracción y concentración. Los candidatos cuentan con cincuenta minutos.
El segundo ejercicio consistirá en contestar por escrito a un cuestionario de otras cien preguntas con cuatro respuestas alternativas, siendo asimismo sólo una de ellas la correcta, sobre un temario específico (quince temas sobre Constitución y normativa parlamentaria) para el que los aspirantes tendrán de nuevo cincuenta minutos. Cada pregunta fallada resta 0,33 puntos.
De forma paralela a estas oposiciones de ujier, el Congreso y el Senado también se encuentran inmersos en el proceso de búsqueda de cuatro nuevos letrados de las Cortes Generales. En este caso hay treinta y tres aspirantes. Y, además, el próximo 28 de enero se celebrará la primera prueba de la oposición para cuatro plazas del cuerpo técnico-administrativo de las Cortes Generales.
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